215 truchas en el maletero: el daño que ocasiona la pesca eléctrica ilegal
Asturias

215 truchas en el maletero: el daño que ocasiona la pesca eléctrica ilegal

Investigadas dos personas por pesca ilegal usando métodos eléctricos en Asturias. Los implicados trasportaban 215 truchas en el maletero en el momento de ser interceptados por la Guardia Civil.


La Guardia Civil de Cangas del Narcea ha abierto causa administrativa contra dos vecinos de esta localidad asturiana por un presunto delito contra la Flora y Fauna. Los hechos se remontan a la madrugada del pasado día 25 cuando agentes de la Benemérita detectaron un vehículo que, al notar su presencia, comenzó a realizar maniobras evasivas. Esto alertó a los agentes que, tras darles alto, y ante el evidente nerviosismo de sus ocupantes (dos varones de 63 y 58 años), decidieron registrar el vehículo.

Al explorar el automóvil encontraron 215 truchas de distintos tamaños, así como diversos instrumentos y aparatos utilizados para la práctica de la pesca eléctrica entre los que se contaba una batería de coche, un dispositivo de inversión de corriente con dos polos metálicos, una báscula de precisión o una sacadera, además de linternas y vadeadores con claros signos de haber sido usados momentos antes.

No image

 

La pesca eléctrica, modalidad no permitida en España

La pesca eléctrica es un método de captura de peces que utiliza pulsos eléctricos para aturdir o incapacitar a los peces, lo que facilita su captura.

El proceso básico de la pesca eléctrica implica enviar corrientes eléctricas controladas al agua utilizando equipos especiales. Estos equipos pueden ser barcos o plataformas que generan pulsos eléctricos a través de cables o electrodos sumergidos en el agua. Los peces que están en el área impactada por el pulso eléctrico pueden experimentar una serie de respuestas, que incluyen la contracción de los músculos y la pérdida de la capacidad de nadar de manera efectiva. Esto facilita su captura, ya que los peces aturdidos pueden ser recogidos del agua con redes u otros equipos.

Es importante destacar que la pesca eléctrica debe ser realizada por profesionales capacitados y en cumplimiento de regulaciones y estándares ambientales. Además, su uso puede variar según la ubicación y el propósito. En algunos casos, se utiliza para realizar estudios de poblaciones de peces, evaluar la salud de los ecosistemas acuáticos y recolectar datos científicos. Sin embargo, en otros contextos, su uso comercial ha sido criticado debido a la posibilidad de dañar a los peces y a otros organismos acuáticos, así como a los efectos potenciales en el medio ambiente marino.

Debido a la preocupación por los posibles impactos negativos en los ecosistemas y la vida marina, la pesca eléctrica está sujeta a regulaciones estrictas en muchos países. En algunos lugares, como en España, su uso puede está prohibido, mientras que en otros se permite bajo ciertas condiciones y para propósitos específicos. Desde julio de 2021 está prohibida esta práctica en aguas comunitarias de la Unión Europea.

Comparte este artículo

Publicidad