Caza un conejo albino en un cañaveral gaditano
Este ejemplar casi único ha sido abatido por uno de los integrantes de una sociedad de cazadores jerezana. No es el primer conejo con albinismo o leucismo capturado por los cazadores en la última década en la zona del coto en la que ha sido abatido este animal.
El albinismo es una condición genética, de carácter hereditario, de transmisión autosómico recesivo. Esta mutación incapacita al cuerpo para producir melanina.
Los animales albinos presentan un pelaje o un plumaje que carece de coloración. Este trastorno genético lleva también a la ausencia total o parcial de pigmento en el iris de los ojos. Afecta a mamíferos, aves, peces, reptiles y a los seres humanos.
El cazador con la extraña captura. A la derecha, el conejo albino capturado ayer en Cádiz.
Los cazadores vieron un gran número de conejos durante la jornada
El domingo comenzaron la temporada de caza los miembros de un grupo de cazadores que gestiona una finca en la campiña Jerezana. El coto está compuesto por parcelas de cultivo y viñas. Como la uva se encuentra en época de recolección, decidieron cazar el primer día de la temporada en los rastrojos de las siembras que ya habían sido recolectadas.
Con las primeras luces del alba iniciaron la jornada. A pesar de la escasez de vegetación, vieron un elevado número de conejos. Según los cazadores, se trata de un buen año de cría de lagomorfos.
Otro conejo capturado con pelaje muy peculiar. A la derecha, detalle de la cabeza del segundo conejo con pelaje parcialmente blanco.
Un conejo blanco en un cañaveral
Al entrar en un cultivo de girasol que ya había sido recogido los gaditanos vieron cuatro conejos ocultándose en un cañaveral. En un primer momento no se percataron de que uno de ellos era totalmente blanco. Los cazadores rodearon las cañas. El gran trabajo de los perros, a pesar de las altas temperaturas, obligó a los lagomorfos a abandonar la vegetación.
Un veterano cazador abatió al conejo albino al intentar escapar por el rastrojo. José Ángel, uno de los cazadores que estaba presente en el momento del lance, afirma que, en años anteriores se han abatido varios ejemplares de similares características o con leucismo en el coto. Este mismo cazador nos asegura que jamás han repoblado el acotado, por tanto, según este, no se trata de un cruce con un conejo doméstico.