Caza un corzo con un precioso trofeo en Segovia
Crónicas de caza

Caza un corzo con un precioso trofeo en Segovia

Cuando el celo estaba dando ‘sus últimos coletazos’, un ejemplar de corzo puso el broche de oro a la temporada de Bigtrophy.


Bigtrophy es una conocida empresa del sector cinegético que lleva 5 años cumpliendo los sueños de muchos cazadores. Organiza recechos de multitud de especies tanto a nivel nacional como internacional, aunque su especialidad es el “Duende del Bosque”.

Su propietario, Ramón Valentín Gamazo, nos cuenta en primera persona como consiguieron abatir este precioso animal

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Cuidado y gestión, dos aspectos fundamentales

Bigtrophy cuenta con algunas de las mejores fincas del territorio nacional y los resultados de sus jornadas suelen ir acordes a la calidad del terreno. Esto no es precisamente cuestión de suerte y Ramón asegura que la buena caza va de la mano de una correcta gestión. Razón por la cual, la empresa no sólo se encarga de encontrar la cacería adecuada para cada perfil de cazador, sino que también dedica mucho tiempo a cuidar los cotos.

En pleno celo

La suerte en la caza existe, pero hay que saber aprovechar las oportunidades que brinda. Así lo ha hecho el cazador en su rececho mano a mano con el equipo Bigtrophy.

Tras horas caminando por siembras, bosques de roble, pistas… viendo corzas y machos jóvenes, cuando parecía que la suerte no estaba de su parte la cosa cambió, y radicalmente.

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Avistaron a lo lejos, mientras reclamaban, una silueta prometedora. Con unos Zeiss victory RF en mano, trataron de acortar distancias al animal que parecía confiado detrás de una corza. ¡Era una oportunidad que no debían desaprovechar! Y así lo hicieron. Tras colocarse a 250 metros y viendo que el corzo parecía nervioso, decidieron no arriesgar más. Un Blaser R8 con un visor Zeiss V8, y la buena puntería del cazador, lograron el objetivo. El corzo no notó siquiera el disparo: cayó inmediatamente después de la detonación.

Una sensación indescriptible

Al ir a cobrar el animal, la satisfacción fue inmensa. Se trataba de un ejemplar ya entrado en años al que coronaban unas cuernas preciosas. Aunque resultó no tener “tanta roseta como esperaban”, el trofeo en su conjunto no pudo haber merecido más la pena. Altura, grosor y una forma peculiar que no pudieron dejar más contentos tanto al afortunado cazador como a Ramón. Bigtrophy se apuntaba con este ejemplar un éxito más en su haber.

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