¿Puede un pequeño zorro provocar la huida de un grupo de ciervos?
La respuesta está en este vídeo. La mera presencia del depredador pone en alerta a ciervos y gamos que pastan al atardecer. A pesar de tratarse de ejemplares adultos y crías del pasado año, los ungulados prefieren mantener la distancia con el raposo.
Los zorros son animales oportunistas, con una gran capacidad de adaptación al entorno. Tienen una alimentación omnívora. Su dieta se basa en insectos, huevos de ave, aves, roedores, carroña, frutos silvestres y en desechos de origen humano. También son capaces, si se le presenta la oportunidad de cazar corcinos o capturar y devorar rayones.
No resulta usual que los zorros intenten dar caza a ungulados adultos a no ser que estén enfermos. El mismo Pedro Arroyo, autor de esta grabación, filmó en una ocasión a un raposo acechando a dos corzos adultos en el período de celo de la especie.
Los cérvidos se alimentan de la paja aportada por los cazadores
La presencia de un zorro interrumpe la hora de la merienda de los gamos y venados de un coto de caza situado en Pedraza, municipio de la provincia de Segovia. Varios ejemplares con unas espectaculares palas junto a varias hembras con crías abandonan el claro del monte ante la cercanía del depredador. Este continúa su camino sin hacer ademán de atacar a los cérvidos.
Avanza a campo abierto sin hacer caso alguno a las potenciales presas. El resto de los animales que se habían congregado en el prado permanecen atentos al objetivo de Pedro Arroyo a pesar de que este se encuentra a gran distancia. El zorro se marcha de la escena y se pierde en la espesura.