Cazadores arriesgan su vida en beneficio de la fauna silvestre
Los cazadores de la Sociedad de Cazadores Sierra de Lújar ponen cada semana en riesgo su integridad física para proporcionar agua y alimento a los animales que habitan a más de 1.800 metros de altitud.
El grupo de cazadores con sede en la localidad de Órgiva gestiona más de 6.000 hectáreas. En esta extensión de terreno hay ubicados más de 250 bebederos y comederos y seis balsas de hormigón. A algunos de ellos hay que acceder por sinuosos y pedregosos caminos con una pendiente en ocasiones superior al 25%.
Javier Fernández, redactor de Club de Caza, divisando Órgiva desde la Sierra de Lújar.
Agua y grano para la fauna que habita en la montaña
Paco Mario, presidente de la Sociedad de Cazadores, nos permitió este fin de semana acompañarlo en una jornada de trabajo en el coto de caza. A lo largo de la temporada a pesar de sus limitaciones físicas, tiene colocada una prótesis en ambas rodillas, el cazador y su junta directiva reparten más de 30.000 kilos de trigo y proporcionan cada 15 días más de 30.000 litros de agua a bebederos y balsas artificiales.
En las fincas que gestionan los cazadores granadinos, los 150 socios que forman parte de la sociedad pueden cazar la paloma torcaz en la medida veda, la perdiz al salto y con reclamo, los zorzales y el jabalí en mano, gancho o a la espera.
Los cazadores solo pueden acceder a la parte alta de la sierra en vehículos todo terreno y tractores.
La caza al alcance de todos los bolsillos
Y todo ello por el módico precio de 200€ al año. Este importe no solo da el derecho a practicar estas modalidades de caza, también incluye la tarjeta federativa con el seguro premium y un décimo de la lotería de Navidad.
No solo las especies cinegéticas se benefician de su gestión
La gran labor que lleva realizando Paco Mario hace 25 años no solo ha permitido la proliferación de perdices, conejos y palomas torcaces, también ha hecho posible que varias parejas de águilas reales críen en la zona.
CdC
