Un ejército de jabalíes oculto en campo de maíz es expulsado por la cosechadora
La época de cosecha del maíz coincide con la que más cuantiosos daños ocasionan los jabalíes en la agricultura.
En nuestro país aún restan unos meses para que el maíz madure y se torne irresistible para el apetito voraz de los jabalíes, pero imágenes como las siguientes evidencian que España no es la única zona donde los suidos devastan las plantaciones.
Maíz, irresistible para los jabalíes
El agricultor sabe perfectamente lo que va a suceder cuando lleve la cosechadora hasta el último tramo de tallos de maíz que aún no ha recogido. Allí vemos cómo una cabeza asoma. Se trata de un jabalí, que incluso llega a salir de la protección que le brindan las altas plantas, pero se arrepiente y vuelve a entrar en la siembra.
Es cuando vemos que no está solo. Muchos más ejemplares se ocultan en el maizal. Allí encuentran alimento sabroso, ocultación y tranquilidad. Llegan incluso a hacerse el nido y los encames en el interior del cultivo. Así no se ven obligados a moverse por zonas donde puedan ser descubiertos por depredadores o cazadores.
Pero cuando la cosecha concluye, no les queda más opción que seguir al líder de la piara, generalmente la hembra más experimentada, que será el primero en salir y emprender huida hacia el lugar más seguro que hay en las inmediaciones.
