Cazadores catalanes organizan batidas para controlar las poblaciones de jabalíes
La colla de Lliçà d'Amunt ha realizado una cacería para evitar que continúen destrozando cultivos y ocasionando accidentes de tráfico los jabalíes que pueblan una finca de la localidad. La jornada cumplió su objetivo ya que los cazadores abatieron 10 ejemplares, entre los que destaca un jabalí rubio con lunares de color negro.
El colectivo de cazadores de Cataluña se ha implicado esta temporada aún más si cabe, pese a las trabas burocráticas que encontraron a principios de campaña para desarrollar la actividad, en la ayuda a agricultores y ganaderos para paliar los daños ocasionados por los más de 200.000 cochinos que según datos de la Generalitat habitan en la comunidad autónoma.
Óscar con los dos jabalíes cobrados por él. A la derecha, extraño ejemplar cazado durante la batida por Manuel.
A las cuantiosas pérdidas económicas causadas al sector primario, se suman los accidentes provocados por la irrupción de suidos en la carretera. En 2021, según datos del departamento de Interior, se registraron en la comunidad 3.000 accidentes de tráfico causados por jabalíes.
Óscar y el lance que ejecutó durante la batida.
La caza al servicio de la sociedad
Una vez más, los integrantes de la cuadrilla de cazadores de Lliçà d'Amunt, ciudad ubicada en la provincia de Barcelona, acudieron a la llamada de uno de sus vecinos. El propietario de un terreno agrícola estaba viendo seriamente dañados sus cultivos y los jardines aledaños a su vivienda por la presencia de un gran número de cochinos. Para solucionar el problema, los componentes de la colla se dieron cita en la finca en la que habían sido requeridos sus servicios. Las rehalas de perros levantaron un alto número de jabalíes de los que fueron abatidos una decena.
Un cochino híbrido.
Entre los participantes cabe destacar a Óscar Rivera, colaborador habitual de Club de Caza. El montero abatió dos cochinos de dos certeros disparos a larga distancia con su rifle Benelli Argo del calibre .270 Winchester Magnum. Manuel María Oliveira, un veterano montero de 65 años, fue al afortunado cazador que se hizo con el ejemplar de pelo rubio. Gracias a la labor realizada por esta colla catalana, el agricultor podrá sacar adelante la cosecha y se evitarán accidentes de tráfico en la localidad.
A cámara lenta podemos ver la efectividad del disparo al jabalí.
