Dos corzos mueren enganchados por sus cuernas
El hallazgo de dos cráneos de corzo macho unidos por sus cuernas evidencia la dureza de las luchas enceladas que protagoniza la especie.
Sólo quedan las cuernas, enredadas por sus puntas, cubiertas parcialmente por la borra aterciopelada. Las luchaderas de uno de los corzos hicieron palanca con las garcetas del otro. De esta manera, las cuernas quedaron en tal posición que los intentos por liberarse de los corzos tirando hacia atrás no hacían más que fortalecer ese ‘nudo’.
Luchas primaverales por imponerse a otros machos
Las luchas entre los corzos en época de celo se viven actualmente en nuestros montes o lo harán en breve, pues es entre finales de marzo y comienzos de mayo cuando la sangre hierve en los machos de la especie, que se enfrentarán a sus congéneres entrechocando sus cuernas para expulsarlos de un territorio que les da derecho a fecundar a las hembras que en él habitan.
Muertes de animales en extrañas circunstancias
Una muerte larga y sufrida
La muerte, dolorosa y larga, que tuvieron que sufrir ambos animales, terminó con lo que vemos en las imágenes: parte de los cráneos aún unidos. Ambos ejemplares eran excepcionales machos con cuernas largas y gruesas, merecedoras seguramente de una alta puntuación y quién sabe si alcanzando medalla en una supuesta homologación.