La Rioja

Dos corzos pelean por el territorio al más puro estilo de los machos monteses

Dos cazadores riojanos tienen la fortuna de inmortalizar con sus cámaras la contienda de dos corzos en un prado. La pelea recuerda a las luchas de grandes machos monteses, que se ponen sobre sus patas traseras para impulsar sus embistes.


  corzos peleando
corzos peleando

El cazador disfruta de la contemplación de la naturaleza y de la fauna cada vez que sale al campo. Para estos recechistas el haber vivido este mágico momento tan difícil de contemplar les ha reportado la misma felicidad que el haberse hecho con un gran trofeo.

A finales de marzo y primeros de mayo comienzan los enfrentamientos de los corzos machos por hacerse con los mejores territorios y el favor de las hembras. Este periodo es la antesala de la época de reproducción del corzo que tendrá lugar durante los meses de julio y agosto.

Dos corzos con dos bonitos trofeos se enfrentan por el territorio

Pedro Vidorreta, cazador y pescador, y Rubén Toti, también cazador, aprovecharon el descanso dominical para disfrutar de la naturaleza en Cervera del Río Alhama, municipio de la comunidad autónoma de La Rioja. Mientras realizaban una espera en un prado con la intención de grabar algún corzo, se vieron sorprendidos por la aparición de dos machos encelados en el claro del monte donde estaban situados.

El encuentro entre los dos ungulados desencadenó un enfrentamiento por el territorio o por una hembra. Los machos no llegan a tener contacto físico.

El animal de mayor trofeo se alza sobre sus patas traseras como si de un macho montés se tratara para intimidar a su oponente. El objetivo de este es quedarse con el territorio sin tener que entrechocar sus cuernas con las de su rival.

En la mayoría de las ocasiones, no será necesario resolver el conflicto chocando sus cuernos. Las bravatas y los ladridos del macho más fuerte bastarán para expulsar a su rival de la zona.

La territorialidad de los corzos se acentúa en esta época del año

El corzo es una especie con unas marcadas costumbres y para la que la territorialidad es algo vital. Para los animales de esta especie es muy importante acceder a los territorios con los mejores pastos de cara al verano e invierno, épocas más duras del año. En el éxito de estas luchas territoriales se encuentra el aumento de las posibilidades de sobrevivir en el estío y en los periodos más fríos del año.

Los corzos no protegen únicamente su zona de cría pugnando con los animales invasores. Advierten al resto de ejemplares de su presencia marcando su territorio frotando sus cuernas en la vegetación o mediante señales olfativas dejando un líquido que segrega su pezuña o bien en los árboles dejando el líquido de las glándulas situadas en la base de las cuernas.

No te lo pierdas: corzos pendencieros

Un conductor sorprende a dos jóvenes corzos machos peleando

El vídeo demuestra lo encelados que se encuentran los pequeños ungulados en esta época del año. Tanto que, en un primer momento, no reparan en la irrupción del vehículo y continúan con su lucha.

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Dos machos de corzo muy encelados

El celo ciega a ambos corzos de tal manera que no reparan en la persona que se les ha acercado tanto como para grabar casi en primer plano esta disputa. Incluso, cuando uno de los dos corzos se impone al otro, el macho vencido huye pasando justo al lado de esta persona, con el ejemplar vencedor persiguiéndole.

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