Un valiente perro pastor se enfrenta a cuatro agresivos lobos para salvar al rebaño que protege
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Un valiente perro pastor se enfrenta a cuatro agresivos lobos para salvar al rebaño que protege

Un perro protector del ganado no duda en interponerse en el camino que separa a los animales que cuida de una manada de lobos. La templanza y la bravura del can resulta impactante al enfrentarse cara a cara con los depredadores. No te pierdas este impresionante documento que pone en valor la importante labor que realizan los perros pastores en tierra de lobos.


Este perro pertenece a la raza pastor de Maremma, antigua raza de perros guardianes de rebaños que proviene de los perros pastores de los Abruzos y de los que existían antaño en la región de la Maremma. La trashumancia del ganado en sus regiones de procedencia ha favorecido el desarrollo de esta raza. Fue reconocida por la FCI. Está encuadrado en el grupo 1 Perros de pastor y perros boyeros, sección 1 perros de pastor.

Dos perros pastores se enfrentan a ocho lobos

El zoólogo italiano Paolo Forconi ha grabado este espectacular documento en los Abruzos, región italiana al este de Roma. En esta demarcación del país transalpino al igual que en el norte de España los perros pastores plantan cara a diario a los depredadores que tratan de diezmar los rebaños de los que cuidan. En España el perro más utilizado por los ganaderos es el mastín español mientras que en Italia es el pastor de Maremma. Raza que la FCI describe en su estándar oficial, como, "un perro grande de estructura fuerte y aspecto rústico y a su vez majestuoso y realmente típico. Su función principal es de perro de guardia y defensa de los rebaños y la propiedad en general".

 

Un perro protector del ganado intimida a cuatro lobos

El can, a pesar de encontrarse en minoría, no duda en salir al encuentro de los depredadores. Su poderoso porte, los machos de la raza alcanzan una altura de cruz de 73,5 centímetros y un peso de 52 kilos, atemoriza a sus rivales. Ninguno de los depredadores se atreve a atacar al can, todo lo contrario, reculan y vuelven sobre sus pasos tras enseñarle los colmillos sin que esto haga retroceder al perro. Según el naturalista, la presencia de los dos perros pastores evitó el ataque a las reses.

 


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