Si pestañeas te lo pierdes: un perro captura a un conejo en menos de dos segundos

El equipo formado por hurones y lebreles es uno de los más utilizados en la caza del conejo en zonas de fuera de nuestras fronteras. Mientras el mustélido trabaja bajo tierra, intentando dar con los lagomorfos para expulsarlos al exterior, el can espera fuera, centrando sus sentidos en intentar percibir el mínimo sonido, vibración u olor que le hagan anticiparse a la repentina salida de su presa.

El perro predice la salida del conejo gracias a su oído

Y eso es lo que sucede en estas imágenes. El perro, un experimentado ejemplar de la raza británica whippet, escucha los pasos del conejo dirigiéndose a la salida que tiene justo detrás. Gira su cabeza un segundo antes de que el conejo salga y así prepara su cuerpo para accionarse como un resorte cuando finalmente, tras una tensa espera de apenas ese tiempo, la presa sale de la madriguera acuciada por el hurón.

El perro perfecto para atrapar conejos a la salida de las madrigueras

Si pestañeas, te pierdes el lance. El esbelto y potente perro lebrel alcanza una velocidad endiablada con apenas tres zancadas. Debe ser muy rápido para cortar la huida del conejo, que se dirige hacia una entrada muy cercana. Si la alcanza, habrá que comenzar de nuevo todo el proceso de caza. Pero no es así.

La complexión morfológica de esta raza, más menuda que la del galgo inglés o greyhound, con un máximo de 51 centímetros de altura hasta la cruz de su cuerpo, le llevan a ser capaces de desplegar una explosividad de movimientos prácticamente inigualable en las razas caninas. La aceleración que desarrolla en escaso tiempo le llevan a perfilarse como el perro perfecto para la caza de conejos a la salida de sus madrigueras.

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