Los cazadores alaveses, en huelga de caza del jabalí
Álava

Los cazadores alaveses, en huelga de caza del jabalí

Si hay un factor que convierta a los cazadores en herramientas imprescindibles para la sociedad, esa es el control de las poblaciones de jabalí. Y los cazadores de Álava han planteado plantarse y dejar de hacerlo hasta que se solucionen los problemas que les afectan.


Entre esos problemas, quizá el más grave es el que les convierte en responsables de los daños que provocan los jabalíes en las explotaciones agropecuarias. No resulta muy lógico que aquellos que se encargan de minimizar esos daños sean los que deban pagarlos. Algo que, según un comunicado de las cuadrillas jabalineras, “está pesando como una losa sobre los cazadores, que ven cómo una actividad de carácter recreativo se está convirtiendo en una obligación, con unos niveles de exigencia y responsabilidad difíciles de mantener por un colectivo cada vez más envejecido y denostado”.

Exigen un cambio legislativo

A esto, hay que añadir una situación de ataques por parte de algunos sectores sociales hacia la caza, demás de los cambios legislativos que afectan al aficionado a la cinegética. Todo ello ha llevado a los cazadores alaveses a plantear un cese en la caza del jabalí, comenzando por los periodos de control poblacional por daños a la agricultura que se inician en pocas semanas, demandando un reconocimiento de su labor social y un cambio legislativo que deje de señalarles como responsables de los daños ocasionados por aquellos animales que cazan durante la temporada. En sus palabras, exigen que “les liberen de las indemnizaciones por los daños provocados por las especies de caza mayor”, derivados de “una ley injusta que les imputa todos los perjuicios ocasionados".

Reivindicaciones de los cazadores de Álava

  • Cambios legislativos. A cambio, existe un compromiso por parte de los cazadores de seguir realizando todas las acciones necesarias encaminadas al control del jabalí.
  • Defensa pública de la caza y de su valor de conservación de la naturaleza en todos los ámbitos de la sociedad. Especialmente entre los colectivos infantiles y juveniles.
  • Subvenciones para tomar medidas preventivas de daños en las explotaciones de ganadería y agricultura.
  • Una mayor sensibilización del sector primario sobre el papel de los cazadores en el control de las especies causantes de daños.
  • Prioridad de las cacerías de control frente a otras actividades recreativas.
  • Difusión entre las fuerzas de seguridad de los métodos y valores de la caza para que colaboren en las cacerías.
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