Un joven cazador gerundense abate un jabalí en batida con un trofeo de 111,84 puntos
Crónicas de caza

Un joven cazador gerundense abate un jabalí en batida con un trofeo de 111,84 puntos

Los colmillos del formidable ejemplar miden 22 y 21,5 centímetros y presentan un diámetro de 2,4 y 2,36. Las amoladoras del macho han alcanzado una longitud de más de 7 centímetros. Están a la espera de ser homologados oficialmente.


El macho cazado este sábado por un montero de 21 años perteneciente a la colla de Sant Esteve de Llémena se encuentra entre los cochinos con mayor boca abatidos en abierto esta temporada en Cataluña.

El enorme jabalí fue abatido cuando los rehaleros ya estaban recogiendo los perros

Roger, es un cazador de la provincia de Gerona al que le apasiona la caza del jabalí. El joven cazador soñaba, desde que obtuvo el permiso de armas y la licencia de caza, con cazar un jabalí medalla de oro. El sábado en una cacería celebrada en los montes de la localidad de Sant Aniol de Finestras, municipio situado en la comarca gerundense de La Garrocha, logró cumplir su deseo.

En la cacería organizada conjuntamente por las collas de Sant Esteve de Llémena y Santa Pau, le tocó en suerte ubicarse en una postura cercana a una baña. Nada más soltar los perros, se produjeron varias ladras. A Roger, veinte minutos más tarde del inicio de la cacería, le entró un cochino, pero no pudo disparar al no poder verlo con claridad.

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El jabalí se acercó al joven cazador a menos de cinco metros. Los colmillos del jabalí miden 22 y 21,5 centímetros y presentan un diámetro de 2,4 y 2,36.

El jabalí se acercó a menos de cinco metros

Cuando se iba a dar por finalizada la batida, los perreros ya se encontraban llamando a los canes, el gerundense oyó a una res aproximándose a su puesto. Segundos más tarde, a menos de cinco metros de su posición, apareció junto a la charca de lodo un impresionante macho.

A pesar de las tremendas navajas que portaba en su boca, el cazador templó los nervios. De un único disparo de su rifle Remington 7400 derribó al gran macho. Nada más abatirlo y ver de cerca sus colmillos, Roger no podía contener la alegría. No todos los días se abaten animales como este en una cacería social.

 


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