Un cazador abate dos jabalíes con unos impresionantes colmillos en una plantación de almendros
Murcia

Un cazador abate dos jabalíes con unos impresionantes colmillos en una plantación de almendros

La venida del otoño ha permitido a un esperista murciano el abate de dos formidables jabalíes de más de 100 kilos con unos colmillos de 18,5 y 21 centímetros.


La avidez de los cochinos por las almendras, bellotas, castañas o nueces, todos ellos frutos típicos de la estación en la que caen las hojas, ha hecho posible que el cazador haya cazado dos grandes machos en tan solo dos semanas.

No son los primeros ejemplares armados con unas importantes navajas abatidos por el apasionado de la caza en espera este año. En marzo se hizo con otro macareno de 109 puntos, apodado por el cazador con el sobrenombre de ‘El cojo’ debido a que el suido presentaba una merma en sus extremidades traseras que le impedía desplazarse con normalidad, después de seis meses de constantes aguardos.

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El cazador junto a uno de los jabalíes abatidos esta temporada.

Celebra la llegada del otoño con el abate de un jabalí de 110 kilos y 18,5 centímetros de colmillo

El otoño del año 2022 en España comenzó el 23 de septiembre. La noche del 24 Juan Carlos Pérez, un cazador murciano de 25 años al que le apasiona la caza a la espera del jabalí, se hizo con un navajero al que llevaba siguiéndole la pista varias semanas. El lugar elegido para el aguardo fue una plantación de almendros.

Los cochinos, en este periodo de año, visitan con asiduidad las zonas en las que hay almendros, nogales, encinas, alcornoques, robles o castaños para alimentarse de sus frutos. El cazador ya estaba ubicado en el puesto antes de anochecer.

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Impresionante cochino con 21 centímetros de longitud en sus colmillos.

La espera no estuvo exenta de sobresaltos ya que en el transcurso de las 6 horas que duró el aguardo los almendros fueron visitados por un macho de mediano porte y una nutrida piara formada por hembras y crías. A las 1:30 horas Juan Carlos decidió enfundar el rifle y regresar a casa.

Cuando ya se encontraba en el vehículo oyó en el silencio de la noche el sonido de un cochino alimentándose de las almendras. Desenfundó el arma y se dirigió a la plantación de almendros. Tras un breve pero efectivo rececho, puso a tiro de su rifle al enorme jabalí que estaba comiendo almendras. Juan Carlos necesitó de un único disparo de su rifle de la marca Tikka T3X Lite del calibre .300WM para derribar al solitario. La bala impactó a 110 metros en el codillo del macareno.

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Este es el jabalí de 18,5 centímetros de colmillo.

Un jabalí de más de 100 kilos y 21 centímetros de colmillo

El pasado sábado por la noche, Juan Carlos logró abatir el segundo macho con boca desde el inicio del otoño. El ejemplar cazado en esta ocasión era un viejo conocido del murciano, ya que llevaba más de seis meses siguiéndole la pista. Los conocimientos de las costumbres de los jabalíes y de la zona de caza permitieron al cazador hacerse con los colmillos de este formidable macho.

Juan Carlos sabía que cada vez que llovía, las huellas del solitario delataban su presencia en una plantación de almendros. Allí decidió esperarlo. Las obligaciones laborales del murciano no le permitieron en esta ocasión llegar al almendral antes de anochecer. Al igual que en el abate del otro macho su fino oído le permitió escuchar al cochino partiendo almendras desde el sitio de aparcamiento del coche.

Ocultándose con el tronco de los árboles, llegó hasta el lugar del que provenía el ruido. Al encender la linterna, el jabalí huyó. Juan Carlos disparó una vez antes de que el ejemplar se ocultara en el monte. En un primer momento, pensó que había errado el balazo, pero minutos más tarde pudo oír al macareno pataleando en el monte.

Dada la peligrosidad que entraña el rastreo de un jabalí herido en la oscuridad de la noche, el murciano decidió buscarlo por la mañana. Ayer llegó bien temprano al almendral. Nada más encontrarse en el último punto en el que vio al cochino, pudo ver un rastro de sangre. A 100 metros de distancia yacía sin vida el jabalí que llevaba más de seis meses quitándole el sueño.

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Trofeo del jabalí de 18,5 cm de colmillo. A la derecha podemos ver el enorme trofeo del jabalí con 21 centímetros en sus colmillos.


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