Un cazador septuagenario cumple su sueño de abatir un jabalí medallable
Turquía

Un cazador septuagenario cumple su sueño de abatir un jabalí medallable

El veterano montero ha logrado cumplir uno de sus mayores anhelos en la caza gracias a su hijo, también cazador. Le regaló una jornada de caza de jabalí en una finca abierta poblada por grandes ejemplares de la especie.


El cazador andaluz logró abatir al rececho un impresionante ejemplar de 170 kilos y 24 centímetros de colmillos. En el momento del abate, Manuel estaba acompañado por su hijo, Nacho Noguera, colaborador habitual de Club de Caza y del canal cinegético Iberalia.

 

Cazar en familia, un sentimiento sin igual

El reconocido cimbelero sevillano Nacho Noguera era consciente de que uno de los sueños cinegéticos por cumplir de su padre Manuel, de 72 años de edad, antes de abandonar la caza era abatir un jabalí medalla de oro. Sabedor de este deseo, le regaló a primeros de junio un viaje al paraíso de los grandes jabalíes en Europa y Asia.

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El jabalí, abatido a las 2 de la madrugada, cuenta con 24 centímetros de colmillos.

Su estancia en Turquía iba a estar dedicada única y exclusivamente al intento de abate de un cochino de más de 20 centímetros de colmillos. Tras dos días de estancia en el país el buen trabajo de los guías de la empresa cinegética Kalifer 7 Safari hicieron posible que pudiera cazar un descomunal cochino de 170 kilos en una finca abierta gestionada por la orgánica turca.

En el transcurso de la jornada de caza Manuel tuvo la posibilidad de abatir varios ejemplares medallables, pero ninguno de ellos cumplía las características del ejemplar que buscaba. El veterano cazador tuvo que esperar hasta las 2:00 horas para encontrar un animal que cumpliera sus expectativas. Lo detectó gracias a luz de la luna en uno de los desplazamientos por los carriles del acotado. Se dirigía a otro lugar de la finca para realizar una espera.

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El sueño de Manuel era cazar un gran jabalí medallable.

Caza tras un duro y apasionante rececho un jabalí de 24 centímetros de colmillos

Manuel y Nacho no lo dudaron un instante e intentaron su abate al rececho. Los cazadores aprovecharon la oscuridad de la noche para realizar el acercamiento al solitario. El animal se encontraba en un claro del monte. El veterano esperista se armó de valor, ya que le separaba un agreste terreno del lugar en el que había visto al enorme cochino, para coronar un cerro tras dar un rodeo de más de un kilómetro.

No sin grandes esfuerzos, padre e hijo junto al guía lograron situarse a 100 metros del espectacular cochino. Dado el gran trabajo que había realizado Manuel necesitó unos segundos para recuperar el aliento y templar los nervios. Encaró su rifle de la marca Remington del calibre 300 y apretó el gatillo. La bala impactó en el cuerpo del cochino. Nada más notar el golpe del proyectil el jabalí intentó ocultarse en la espesura.

El macareno no pudo recorrer más de 100 metros. Estaba herido de muerte. Se derrumbó produciendo un gran estruendo al impactar su masa contra el suelo. Nada más aproximarse al animal abatido Manuel y Nacho se fundieron en un prolongado abrazo. El palomero sevillano no pudo evitar derramar alguna lágrima al haber hecho posible que su padre cumpliera su sueño.

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