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Así quedó esta mujer tras el brutal ataque de un oso en el jardín de su casa

Aun a día de hoy, Allena tiene secuelas del brutal ataque del oso: necesita atención oftalmológica constante, tiene discapacidad visual y sus ojos son incapaces de drenar líquido.


 Ataque oso
Ataque oso

Allena Hansen es una señora de 68 años que tiene a la espalda más de 250.000 dólares en facturas médicas. Un oso negro la atacó en el jardín de su casa y le desfiguró por completo el rostro. Además del dolor físico, esta mujer explica que el psicológico juega una partida fundamental y es que sabía que sin una reconstrucción facial no podría llevar una vida normal.

Para recaudar fondos y someterse así a la operación, acudió a distintos platós de televisión pidiendo dinero. Finalmente, consiguió que algunos médicos le ofrecieran sus servicios. Uno de ellos, el dentista Bill Dorfman, fue el encargado de reemplazar los 14 dientes que había perdido.

Aun a día de hoy, Allena tiene secuelas del brutal ataque del oso: necesita atención oftalmológica constante, tiene discapacidad visual y sus ojos son incapaces de drenar líquido, por lo que no llora.

Así sucedieron los hechos

«Lo que me pasó no fue nada comparado con lo que vino después», declaró esta señora, a la que un oso le mordió la cara hasta desgarrársela por completo. «Cuando el oso me atacó, me agarró por las orejas, me mordió en la cara y me derribó», dijo Hansen.

Tras el ataque, la mujer acudió a la estación de bomberos más cercana. Casi se desangra por el camino y permaneció ingresada en el hospital con incontables puntos en la cara. Su seguro privado se negó a cubrir la reconstrucción facial al considerar que «no era necesario para su supervivencia», por lo que la mujer se vio obligada a buscar otras vías de ingresos.

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