La abuela intentó espantar al jabalí de Ponteareas con un palo al verlo en su siembra de guisantes

Ya se conocen más detalles del terrible ataque que protagonizó ayer un jabalí en el pueblo de Ponteareas. El animal entró en Couso herido en un ojo y atacó a cuatro personas, tres de ellas de la misma familia, y a una perra de raza Dogo Alemán.

Primero atacó a una perra y a su dueño, que intentó defenderla

Hoy se ha conocido que hay un cuarto herido, Blas Souto Álvarez, de 37 años, que se encontró cara a cara con el jabalí cuando este entró en su finca por un hueco en la pared. Allí atacó a su perra, una doga alemana, que también resultó herida y fue cuando este hombre intentó defender a su perra y el jabalí le atacó también a él.

La esposa de Blas, Jennifer Castillo, lo presenció todo y fue quien alertó a la Guardia Civil.

Tres heridos de la misma familia

Durante el tiempo que transcurrió hasta que se personaron dos patrullas de la Guardia Civil y una del Seprona, el jabalí salió de la finca de Bals y se dirigió a la de la familia Bargiela. Allí hirió a tres miembros de esta familia. Una anciana de 86 años fue atacada por el jabalí, cuando intentó espantarlo con un palo al verlo en su plantación de guisantes.

Emilia Bargiela recibió golpes y sufrió heridas en brazos, piernas y en el pecho. Su hija, Celsa Bargiela, de 58 años, intentó socorrerla, y también recibió heridas en brazos y piernas. Pero fue Francisco Boente Bargiela, de 69 años, quien se llevó la peor parte, al presentar diversas laceraciones y navajazos en los muslos, uno muy cerca de la femoral, con una fractura en una costilla y varios dedos fracturados en las manos.

Los cuatro heridos fueron trasladados en ambulancia al hospital vigués Álvaro C-Cunqueiro, donde precisaron sutura en muchas de sus heridas. Incluso el herido que peor castigo recibió es posible que pierda un dedo de una de sus manos.

Estaba ensangrentado

Los vecinos del barrio de Couso han manifestado a los agentes de la Guardia Civil que el animal bajó del monte sobre las 12:40 horas del mediodía. Los testigos que lo vieron han asegurado que tenía el ojo de la parte derecha de la geta ensangrentado, por lo que se baraja seriamente la posibilidad de que el animal había sido recientemente atropellado por un vehículo.

Tras trasladar a los heridos, un miembro de control animal de la Xunta encontró al jabalí cerca de unas viñas, entre la hierba. Se barajó utilizar dardos anestésicos para reducirle, pero no fue necesario. El animal ya estaba muerto. Las autoridades han confirmado que «el cuerpo del jabalí estaba más rígido de lo normal», y que le realizarán una necropsia para determinar la causa de su muerte y ver si tiene relación con el comportamiento tan agresivo que llevó a cuatro personas al hospital en el día de ayer.