Teleanestesia, ruido y olores para ahuyentar a los jabalíes de zonas urbanas

La Diputación de Barcelona ha editado una guía en la que incluye una serie de medidas para reducir los daños causados por el jabalí en huertos, zonas urbanas e infraestructuras. Una guía que recoge medidas como captura con trampas, teleanestesia, disuasorios acústicos y olfativos.


 Teleanestesia
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En la guía no se contempla en ningún lugar la palabra caza. En sus 86 páginas podemos encontrar elementos disuasivos acústicos, la instalación de cierres eléctricos, el refuerzo del vallado o la captura con teleanestesia como algunas de las medidas propuestas, y en todas ellas se destaca que el animal no sufre debido a los medios utilizados.

Todo esto nace de la iniciativa de la Diputación de Barcelona, la misma que puso en marcha la campaña de esterilización de jabalís mediante la vacunación. Esa misma que se demostró mediante evidencias científicas que, entre sus consecuencias, aumentaba la agresividad de los animales vacunados. También participan el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.

Problemas con la fauna

Pero no solo se refiere a los jabalíes, también incluye entre las especies que producen daños en las zonas urbanas al corzo, el gamo y el ciervo. Con esta guía, la Diputación pretende ofrecer «un instrumento de utilidad que dará respuesta a las demandas que se hacen desde los municipios para solucionar los problemas surgidos de la fauna salvaje», como el de los jabalíes cada vez más acostumbrados a buscar alimento dentro de las zonas urbanas.

Exclusión, expulsión y captura

Según esta guía, primero se atiende a las medidas de exclusión, es decir, las que se destinan a evitar que los animales entren en las zonas descritas, como lugares urbanos, huertos, zonas de pasto o infraestructuras, en las que se incluye equipamientos como campos de golf o de fútbol. 

El siguiente apartado son las medidas de expulsión, ideadas para ahuyentar a los animales, siempre con elementos disuasivos. También se contempla la captura para alejar a los animales y devolverlos a su hábitat natural.

Los ajustes del entorno urbano para no resultar atractivo a los animales silvestres también tienen cabida en esta guía: se propone la adaptación de contenedores de basura y de las zonas verdes para que no sean accesibles para ellos.

Daños a cultivos, pastos y otros recursos agrarios

La introducción de la guía reconoce que no disponen de cifras reales sobre la magnitud de los daños ocasionados por especies silvestres dentro del entorno urbano, pero reconoce un aumento en el número de autorizaciones (de caza) que se expiden por esta causa. En sus páginas podemos leer lo siguiente:

«El mundo rural es el que sufre con más intensidad los daños causados por animales, y en particular por jabalí. No se dispone de estadísticas globales sobre la incidencia del conflicto, pero la afectación ha crecido de manera importante si se tiene en cuenta como indicador el número de autorizaciones por daños que se solicita cada año en Cataluña.

»Durante el período 2003-2015 se concedieron un total de 24.874 operaciones de capturas excepcionales por daños, el 48% de las cuales fueron motivadas por problemas causados por jabalí (DARPA, 2016), y éstas suponen el 93% del total de autorizaciones solicitadas debido a daños de ungulados. A lo largo de estos doce años las autorizaciones por daños de fauna han multiplicado por nueve, con casi 7.000 autorizaciones emitidas en el año 2015».

Medidas aplicables para la reducción de diferentes tipos de daños

Como apuntamos, las únicas medidas que se autorizarán para intentar reducir estos daños son las siguientes:

  • Captura con trampas
  • Captura con teleanestesis
  • Gestión de vegetación y zonas verdes
  • Adaptación de mobiliario urbano.
  • Adaptación de comederos para gatos
  • Normativa y sensibilización ciudadana

Para intentar paliar los daños a cultivos, pastos y otros recursos agrarios, se acudirá a:

  • Cierres perimetrales
  • Refuerzos para setos ya existentes
  • Cerrados eléctricos
  • Disuasorios olfatorios
  • Dispositivos acústicos

Para reducir los accidentes causados por ungulados en carreteras, las medidas contempladas son:

  • Cierres perimetrales
  • Refuerzos para setos ya existentes
  • Disuasorios olfatorios
  • Dispositivos acústicos

Para resolver conflictos por presencia de jabalíes en zonas urbanas, se acudirá a cierres perimetrales, refuerzos para setos ya existentes y disuasorios olfatorios.

Disuasión olfativa

Básicamente, se impregnarán los perímetros de las zonas que se pretende proteger con productos químicos volátiles de olor repulsivo para el jabalí, cérvidos, u otras especies. La guía destaca que: «los animales no sufren ningún daño, simplemente les provoca un estímulo desagradable que pueden asociarse a la presencia de predadores u otros efectos, disuadiendo-los de pasar a la zona protegida». Un recurso que, además de requerir una fuerte inversión, ha sido probado en numerosos ensayos, con una efectividad muy variable y efímera en el tiempo en muchas de estas pruebas.

Disuasión acústica

La guía los define como «aparatos que emiten sonidos que pretenden asustar a los jabalíes u otros animales, provocando su fuga de las zonas a proteger. Estos artilugios se utilizan ampliamente para la expulsión de pájaros, por ejemplo, en aeropuertos, pero algunos modelos se han diseñado para ahuyentar jabalíes y otros ungulados».

Estos cañones de sonido han demostrado en varios estudios ser ineficaces, puesto que los animales acaban acostumbrándose a los sonidos, perdiendo efectividad a la hora de ahuyentarlos.

Teleanestesia

En otras palabras, disparar proyectiles con productos que producen anestesia a los animales ya sea mediante cerbatanas, carabinas o rifles. Estos disparos de sustancias anestésicas suponen una elevada inversión en medios y productos.

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