La esperanza de las liebres enfermas: unos cazadores comienzan a tratarlas y se recuperan

Ayer comenzaba a circular por diferentes redes sociales las acciones que han comenzado a emprender algunos cazadores para intentar curar a las liebres que encuentran enfermas en los terrenos de sus cotos.


 Tratamiento liebres
Tratamiento liebres

 Liebre enferma
Liebre enferma

Es el caso del vicepresidente del coto de Villacañas, un municipio español situado al sureste de la provincia de Toledo.

En los documentos compartidos en diferentes redes sociales, se narra el paso a paso desde que se recoge a la liebre enferma en el campo hasta que, supuestamente, se consigue recuperar de sus lesiones externas, sobre todo las que afectan a sus ojos.

El tratamiento de este cazador

El autor de estas acciones destinadas a intentar curar a los animales enfermos de mixomatosis afirma que comienza limpiando las zonas afectadas con suero, tanto los ojos como la zona genital y el ano. También le suministra medicación para la fiebre, gotas ara los ojos, pomada para las zonas afectadas de la piel y suero disuelto en agua para evitar la deshidratación.

Habla el experto veterinario

Hemos querido conocer la versión profesional y técnica de un veterinario especializado en el tema, colaborador habitual de la Federación Galega de Caza y profesor titular de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Universidad de Lugo, Luis Eusebio Fidalgo.

Fidalgo ha confirmado que si a un animal enfermo le suministras anti inflamatorios y lo mantienes hidratado, evidentemente, mostrará signos de mejora. Pero se deben tener en cuenta varios matices.

El primero de ellos es que, tanto el conejo americano como la liebre, se muestran más resistentes que el conejo común, lo que conlleva que estos cuidados paliativos sean más eficaces en unas especies que en otras. Y una de las que se beneficia de esas ventajas es, precisamente, la liebre, donde este tipo de tratamiento será siempre más eficaz que en el conejo ibérico, por ejemplo.

Este matiz encierra una implicación de gran relevancia, y es la razón por la cual no se lleva a cabo este tipo de cuidados en los conejos: el coste económico que supone. El conejo no es tan resistente como la liebre, por lo que la probabilidad de éxito del tratamiento es mucho menor con respecto al mismo tratamiento efectuado en una liebre. Además, el «coste» que supone un conejo es mucho menor que el que puede conllevar nuestra liebre.

La conclusión más objetiva es que el coste económico que supone un conejo, si le sumamos una baja probabilidad de éxito de las medidas de este tratamiento, no compensa la inversión que hay que acometer en base a operarios y material medico para aplicar estos paliativos.

En el caso de las liebres, la probabilidad de éxito mejora, además de ser más alto el valor del animal, lo que supone un equilibrio entre inversión y resultado, a pesar de que seguimos hablando de un alto coste en dinero y esfuerzo, salvo en el caso que nos ocupa, que se lleva a cabo con el único interés de hacer algo por salvar a estas liebres, y asumiendo de manera particular o el gasto que el tratamiento conlleva.

El tratamiento es efectivo, puede salvar a las liebres

Luis Eusebio destaca la iniciativa de este vicepresidente del coto de Villacañas, considerando que, aunque el tratamiento es «mejorable», puede resultar suficiente teniendo en cuenta la resistencia de las liebres a la enfermedad. Fidalgo cree que, de esta manera, posiblemente se puedan sacar adelante casi todos los ejemplares.

Imprescindible extremar las precauciones higiénicas y sanitarias

Este es otro de los aspectos de mayor relevancia al tratar este delicado tema, ya que el proceso supone un peligro claro: que las mismas personas que lo llevan a cabo puedan generar problemas de distribución de la enfermedad. Se hace imprescindible extremar las precauciones en los aspectos higiénicos y, sobre todo, tener mucho cuidado con los artrópodos, para no convertir el proceso en una especie de vector que sirva para difundir la enfermedad cuando se está luchando para combatirla.

Si no se cuida en extremo el aspecto de los artrópodos, por ejemplo, se pueden crear nuevos focos de la enfermedad.

Por lo tanto, para poner en marcha este tipo de iniciativas, lo que hay que tener presente desde el principio es definir un escrupuloso plan de higiene y de medidas sanitarias para evitar que, después de todos estos esfuerzos, resulte peor el remedio que la enfermedad.

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