Los más pequeños vivieron ayer una jornada rural en la que se habló de la importancia que tiene la caza
Una treintena de pequeños disfrutaron de la mano del guarda, José Ramón Poyatos, de un día en el campo lleno de aprendizaje y en pleno contacto con la naturaleza.
Los escolares vivieron ayer en El Hoyo de Mestanza, en Ciudad Real, una gran oportunidad educativa. Aprendieron la importancia que tiene la caza y, al mismo tiempo, disfrutaron de un entorno rural, único y privilegiado. Las jornadas se organizan desde hace cinco o seis años.
Los más pequeños estuvieron guiados en todo momento por el guarda de El Hoyo, José Ramón Poyatos, que los ayudó en todo momento y los acompañó durante la excursión, explicándoles en todo momento lo que estaban viendo. Gracias a él, los escolares disfrutaron un poco más del impresionante paisaje.
La importancia del rural
"Queremos que vengan más colegios y reivindicar el turismo rural. El alcalde y otro compañero están muy implicados. A los más pequeños los recibió el regidor, que también les regaló miel de nuestras colmenas. Después, subimos a los escolares a un cerro y, con prismáticos, estuvimos observando a los animales", explica este guarda.
Los alumnos también pudieron recolectar información para su cuaderno de campo, en el que pegaron hojas e identificaron animales. Gracias a esta jornada, pudieron llevar a la práctica todo lo aprendido.
Hasta la zona también se desplazó un agente medioambiental que tiene una colección de plumas y que llevó varias aves para soltar delante de los niños.
"Se van todos contentísimos, nunca habían visto esto", explica José Ramón, que espera que se sumen más centros educativos a esta preciosa iniciativa.
Más actividades
Los pequeños también estudiaron las huellas de los animales, así como las hojas de los árboles y los rastros de los jabalíes. Además, los escolares, guiados por José Ramón, disfrutaron de un taller ya por la tarde en el que aprendieron a diferenciar cuernas y cuernos.
