Una joven cazadora con tan solo 17 años abate las ocho especies de caza mayor cazables en España
Desde que obtuvo el permiso de armas y la licencia de caza ha abatido rebecos, machos monteses, arruís, muflones, jabalíes, corzos, ciervos y gamos.
Se trata de la malagueña María José Jiménez. Su pasión por la caza a día de hoy no tiene límites. Se plantea cuando le sea posible dar el salto al otro lado del Atlántico para cazar las especies de caza mayor del continente americano y africano.
Cazadora desde que tiene uso de razón
María José es la más pequeña de cuatro hermanos y la única que ha heredado la pasión por la caza de su padre, Juan José, propietario de la orgánica de caza Juan José Jiménez.
Desde los cinco años acompaña a su padre de montería. La montera obtuvo la licencia de caza con quince años. En este periodo de tiempo ha logrado abatir más de 20 cochinos de notables colmillos entre los que destacan cinco medallables, un plata y cuatro bronces. En la presente temporada ha capturado 30 jabalíes. La cazadora malagueña tenía un sueño. Quería cazar al menos un ejemplar de cada una de las especies de caza mayor de la península ibérica.
Y lo ha logrado con tan solo 17 años.
La cazadora y su padre junto al último jabalí con boca que ha abatido.
La montera abatió dos jabalíes en su primera montería
La cazadora de la provincia de Málaga cazó sus dos primeros jabalíes con 16 años en una montería organizada por su padre en Almogía, municipio malagueño situado en las estribaciones de los Montes de Málaga. A María José le tocó en suerte un puesto en una armada de cierre. Se trataba de una postura de testero en la que derribó a la carrera de dos certeros disparos de su rifle de la marca Blaser R93 del calibre 308 de cerrojo rectilínea una jabalina de 80 kilos y un macho de 40.
Un jabalí de 109 puntos
La montera en estos dos años ha abatido a la espera y en batida una veintena de jabalíes con boca pero tuvo que esperar un año desde que obtuvo la licencia de caza para hacerse con un extraordinario ejemplar de 109 puntos. Se hizo con el macareno en una cacería celebrada en el Tajo de los Cabritos en el municipio malagueño de Ardales, localidad situada en las estribaciones septentrionales de la Sierra de las Nieves en su transición hacia los embalses del Guadalhorce y entre los municipios de Álora, Teba y Casarabonela. María José lo derribó a la carrera a 110 metros después de que lo hubiese errado una postura contigua.
El jabalí de los 109 puntos
El último gran jabalí lo abatió hace escasas fechas en Almogía. En esta ocasión en un puesto con un corto tiradero. Lo capturó a 40 metros de un impacto en el codillo. Se trataba de un animal de 100 kilos con unas navajas no medallables.
La montera pese a su corta edad muestra un gran implicación en la defensa de la caza en redes sociales. Para ello creó en diciembre una cuenta pública de Instagram.
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