Huelva

Abate un jabalí después de más de tres años tras su pista: cojo y con un colmillo atrofiado

El jabalí presentaba una merma en la extremidad delantera izquierda fruto de un disparo. Este no fue el único proyectil que encontró en su cuerpo el cazador a la hora de despellejarlo. En su carne estaban incrustadas también dos balas de escopeta.


  caza jabalí cojo
caza jabalí cojo

El cochino presentaba la peculiaridad de apoyarse únicamente en tres patas por lo que recibió por parte del esperista el apodo de "el cojo".

El jabalí carecía de colmillo en la parte izquierda de su mandíbula

El jabalí ha pesado 130 kilos y porta una boca con un colmillo de 18 centímetros y una amoladera de 10. Es el mayor cochino abatido por el cazador en una década realizando aguardos.


Vista frontal del gran jabalí.

El cazador, gran conocedor de la fauna silvestre y sus costumbres, vio por primera vez las huellas de "el cojo" hace más de tres años en una finca onubense. Desde el primer momento se percató de que el solitario presentaba una anomalía a la hora de desplazarse. Únicamente dejaba un rastro con tres marcas de pezuñas.

A lo largo de estos tres últimos años, el cazador ha intentado abatirlo en innumerables ocasiones, pero jamás había podido verlo. Hasta el pasado lunes. Esa noche por fin pudo cazar al viejo y astuto jabalí.


Así es uno de los colmillos del gran jabalí. Curioso trofeo del jabalí, con un colmillo atrofiado.

El esperista narra el lance

"Desde que me desperté la mañana del lunes algo me decía en mi interior que esa noche "el Cojo" iba a acudir a la cita. Al caer la tarde decidí ubicarme en una vereda próxima a una baña en la que en los últimos días había visto sus inconfundibles huellas. El viento de poniente no le permitiría detectar mi presencia como había hecho en varias ocasiones.

Nada más anochecer entró a la baña un jabalí con escaso trofeo por lo que decidí no dispararle. El cochino estuvo en la charca más de una hora hasta que decidió marcharse. El ejemplar volvió al lugar dos horas más tarde. Disfrutaba de su baño de fango hasta que media hora más tarde algo le hizo huir del lugar precipitadamente.

Algún gran macho se encontraba en la zona. Transcurridos unos minutos pude oír cómo se desplazaba entre la vegetación un jabalí. Apenas podía contener la emoción "algo me decía que se trataba del Cojo". Quince minutos más tarde se decidió a entrar en plaza. Nada más verlo me di cuenta que se trataba del cochino que llevaba buscando tres años. La merma en su extremidad delantera le hacía desplazarse con dificultad. Lo centré en la mira de mi rifle y apreté el gatillo”.

"Por fin había logrado ganarle la partida".

Jabalíes cojos

Un cazador abate un astuto y viejo jabalí con tan solo tres patas

El cazador se hizo con este animal de afiladas navajas con la única ayuda de sus podencos y un bretón, que lo mostró en el interior de un espeso zarzal. Iba a cazar conejos.

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Con solo dos patas: así sobrevivía este gran jabalí

Una cuadrilla de cazadores asturianos abate un jabalí de dos patas. El animal lucía una formidable boca con largos colmillos.

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