Las vallas no detienen a los lobos
Un lobo es capaz de saltar una gran altura para salvar un obstáculo en forma de valla o cerca. Este vídeo lo demuestra, pero no es el único caso que se ha constatado.
Biólogos especializados en la especie aseguran que el lobo ibérico puede alcanzar velocidades de hasta 50 kilómetros por hora. Esto les facilita saltar distancias de hasta 5 metros de longitud. En cuanto a altura, no conocemos el tope que pueden superar estos animales, pero sí hemos sido testigos de que las cercas mucho más altas que ellos no son capaces de mantenerlos fuera de lo que guardan.
Cercas que no detienen al lobo
Los mallazos de 1,5 metros no suponen impedimento para que los lobos accedan al lugar que intentan guardar. Y tenemos varios casos que lo demuestran. En Asturias, concretamente en Posada de Rengos, un lobo superó fácilmente esa altura para acceder a la parcela urbana, junto a las casas del concejo, y matar a las ovejas que allí encontró.
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Una corraliza fortificada de 1,5 metros
Otro caso que demuestra que cuando el lobo tiene hambre, las vallas no le paran, sucedió en Ávila. Una corraliza rodeada por un mallazo de 1,5 metros de altura en El Heradón de Pinares ni siquiera retrasó el ataque de los lobos a un joven ternero, el último ejemplar de corta edad que le quedaba al ganadero.
Incluso con una gran presa en su boca
A un lobo hambriento hay pocas cosas que le detengan. Si lleva a su presa, recién cazada, en sus fauces, se atreverá a intentar saltar alturas que parecen imposibles de superar por un animal tan grande y con varios kilos de presa a cuestas.
Pero este vídeo demuestra que estos depredadores cuentan con un poder y una potencia de salto fuera de lo común.
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