Huesca

Encuentra a su perro perdido y caído en un pozo 34 días después

El perro de caza había caído a un pozo cuya abertura está cubierta por vegetación. Su dueño no se ha dado por vencido y nunca dejó de buscarlo.


 Encuentran perro de caza perdido 34 días en interior de pozo
Encuentran perro de caza perdido 34 días en interior de pozo

El amor de una colla de cazadores por sus perros y la implicación de los agricultores de la zona han conseguido salvar la vida de uno de los canes, que había participado en una cacería por control de daños a la agricultura en un maizal.

El perro fue hallado milagrosamente con vida después de 34 días en el interior de un pozo tapado por la hierba. Había perdido más de 15 kilos de peso. Según el veterinario que en primera instancia lo atendió, su supervivencia es un hecho insólito y asombroso.

 perro perdido
perro perdido

Así de delgado encontraron al podenco que estuvo 34 días en el interior de un pozo.

Uno de los perros punteros de la rehala

Jordi Escuer, miembro de la Colla el Senglar de Ponent, el grupo de cazadores recibe este nombre por su lugar de procedencia, ha contado en exclusiva para Club de Caza la milagrosa historia de "Pablito".

La colla, compuesta por 64 monteros y 11 perreros, actualmente gestiona 20.000 hectáreas. Abaten una media de 700 piezas cada temporada entre jabalíes y corzos.

Pablito es un podenco paternero de 3 años de edad propiedad de la colla. Según los cazadores, se trata de un perro dotado de buenos vientos y de gran valentía, capaz de parar el sólo una piara compuesta por 16 jabalíes en una cacería celebrada en Lérida la temporada 2020-2021.

Según un montero que contemplaba desde su puesto el lance, "no paraban de envestirle, pero Pablito no cejaba en su acoso a los cochinos".

El cazador avisó al perrero por la emisora para que acudiera al lugar. Al llegar junto a cinco integrantes más de la cuadrilla de canes  los jabalíes huyeron. Gracias a la valentía de Pablito, los puestos cercanos abatieron tres de los cochinos de la piara.

La solidaridad de los cazadores al acudir a una jornada por control de daños inició el calvario

La presente temporada, el 7 de agosto, los cazadores acudieron en auxilio de un agricultor de Belver de Cinca, municipio oscense situado en la comarca del Bajo Cinca, al que los jabalíes le estaban devastando una siembra de maíz. No se abatió ningún animal debido a que los cochinos no estaban en el interior del maizal. Únicamente entraban a comer de noche y se marchaban.

A las 11 de la mañana, integrantes de la Colla se dispusieron a recoger los perros mientras otros inspeccionaban los maizales cercanos para próximas cacerías. Localizaron a los suidos en otra siembra, pero dadas las altas temperaturas a esa hora decidieron dar por finalizada la jornada.

 perro perdido

Pablito había perdido la mitad de su peso cuando lo encontraron después de 34 días perdido.

Su collar GPS no emitía señal

Uno a uno aparecieron todos los perros menos Pablito. No podían localizarlo pese a que portaba un collar GPS. No emitía señal alguna.

En un primer momento, pensaron que, dada las cercanías de un carril transitable, alguien se lo había llevado y había apagado el collar o que jóvenes cazadores encargados de encender los localizadores no lo habían hecho correctamente.

Toda la tarde estuvieron buscando al perro. Inspeccionaron una superficie de 15 kilómetros alrededor del lugar de la suelta.

Una semana de incesante búsqueda

La mañana siguiente, día 8 de agosto, volvieron a buscarlo y no encontraron rastro alguno. Ante lo sucedido, denunciaron su pérdida en el Cuartel de la Guardia Civil de Fraga, capital de la comarca del Bajo Cinca. Notifican su número de microchip e informan a los agentes que el perro porta un collar geolocalizador con un número de teléfono en el cuello.

La mañana del 9 de agosto lunes, por tanto, día laborable, vuelven a buscarlo. Al no encontrarlo, notifican al encargado de la finca su pérdida con la intención que este también ayude en la búsqueda.

Esa misma tarde, Jordi se personó en el lugar para dejar una prenda suya con la esperanza de que a la mañana siguiente estuviese Pablito junto a ella. Ese mismo día revisó todas las zonas donde había agua del sembrado, pero no había huella fresca alguna de perro en ninguna de las charcas. Este hecho le llevó a pensar que el can no estaba allí.

El martes 10 volvió al lugar en el que puso la ropa. El perro no estaba ni había marcas de su presencia. Al siguiente día otro compañero también lo busco durante el día. El día 12, ya habían pasado 5 días y los cazadores continuaban buscándolo, Jordi preguntó a los propietarios de las granjas cercanas si habían visto al can. La negativa fue su respuesta.

Un día más tarde, viernes 13 de agosto, desesperado, vuelve a hablar con el encargado de la finca para preguntarle si había visto algún indicio que delatara la presencia del perro.

Este le contesta "Lo buscamos a diario y lo llamamos, pero no hay rastro de él".

 perro perdido

15 kilos perdió el podenco en más de un mes que estuvo atrapado en el pozo.

34 días más tarde se produce el milagro

El 9 de septiembre habían transcurrido 34 días desde el día de su pérdida, Jordi recibe una llamada del agricultor diciéndole que han oído una campanilla y lo ladridos de un perro en el interior del maíz. No pueden localizarlo porque se hace el silencio cuando lo llaman o se acercan al lugar. Incrédulo y sin querer alimentar sus esperanzas, le pregunta "pero ¿es mi perro?". El responsable de la propiedad le contesta  "no te lo puedo asegurar, pero tiene que ser Pablito. No puede ser otro perro".

Para intentar localizar al cánido, le dice a uno de los trabajadores que en ese momento estaba junto a él: "Ve a tu casa y trae a tu perro, de la raza border collie, para probar si así el can de la campanilla viene junto a él".

Un arriesgado rescate

Sueltan al perro pastor y se dirige supuestamente hacia el mismo lugar donde estaba el otro animal. Inexplicablemente, al pretender entrar en el maíz, desaparece como si hubiese caído en algún agujero. Se dirigen corriendo hacia el lugar donde vieron por última vez al border collie. Apartan las hierbas y encuentran un pozo de tres metros de altura con los dos perros en su interior.

El responsable de la finca y el trabajador desconocían su existencia.

Los cazadores nos confirman que taparon el agujero en cuanto sacaron a los perros.

Un final feliz

Inmediatamente y no sin grandes esfuerzos, uno de los compañeros agarró al otro por los pies para llegar hasta los canes. Así rescataron a los dos perros. Pablito no paraba de saltar cuando vio a sus salvadores, pese a su deplorable estado físico. Había perdido aproximadamente 15 kilos de peso corporal.

Jordi, nada más enterarse de lo sucedido, se montó en su vehículo para reencontrarse con el perro.

Al verlo y pese a su estado de debilidad no paraba de agitar la cola mostrando su alegría.

Había perdido más de la mitad de su peso

El perro fue atendido urgentemente por un veterinario. Según el profesional, su supervivencia era un auténtico milagro. Presentaba un claro cuadro de desnutrición después de más de 30 días sin comer. Sus uñas estaban muy desgastadas y presentaba dos heridas en su piel provocadas al intentar salir del agujero.

El animal salvó la vida gracias a que bebía el agua filtrada por la hierba cuando regaban los pivotes de riego el maíz.

Está recuperando peso

El veterinario ha marcado sus pautas de alimentación: pocas cantidades de alimentos muy nutritivos repartidas a lo largo del día. El perro en estos días ha recuperado peso. Orina y defeca sin dificultad, indicios de no presentar problemas orgánicos.

A día de hoy, su vida no corre peligro. Hechos como este nos muestran el amor de los cazadores por sus perros. La Colla el Senglar de Ponent es un ejemplo de ello.

Así se difundió la buena noticia entre los cazadores

Este es el mensaje de Jordi en el grupo privado de WhatsApp de la colla para comunicar al resto de los socios la aparición de Pablito:

"Buenas tardes amigos. Si alguien cree en los milagros, hoy se ha producido uno en esta Colla. El pasado 7 de agosto perdimos un perro en la batida de jabalí que se realizó en la finca San Miguel. Hoy, después de 34 días, el encargado de la finca lo ha localizado en un pozo. Únicamente podía beber cuando el pivote de riego regaba y le pasaba por encima.

Increíblemente, ha permanecido con vida más de un mes. Estamos recuperándolo con la ayuda de un veterinario. Una historia para recordar.

Pablito a vuelto a nacer".

 

Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.

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