Jaén

Hijo, nieto, biznieto y tataranieto de cazadores: cuando la caza se lleva en los genes

El mayor orgullo para un cazador es compartir con sus hijos la pasión por la caza. Así lo llevan haciendo cinco generaciones en la familia Jiménez.


 dinastía de cazadores
dinastía de cazadores

Este es el caso del cazador jiennense Juan Jiménez, que tiene la suerte cada jornada de caza de disfrutar del campo y la naturaleza con su descendientes, al igual que lo hicieron su padre, su abuelo, su bisabuelo y su tatarabuelo.

Más de un siglo de tradición montera en la familia

Juan Jiménez es un montero jienense nacido en la localidad de Martos, perteneciente a la comarca metropolitana de Jaén. Es hijo, nieto, biznieto y tataranieto de cazadores y tiradores. Y la dinastía cinegética no se detiene con él, pues es padre de dos hijos, Juan, de 14 años, y María Victoria, de 25, también monteros.

 Juan Jiménez
Juan Jiménez

El benjamín de la familia, Juan, posa junto a un jabalí recién abatido en montería y junto a un bonito gamo.

Es cazador de mayor, menor y pescador

Cazó su primer cochino, al igual que sus hijos nada más obtener el permiso de armas con tan sólo 14 años. Lo abatió con una escopeta paralela del calibre 20 en una montería al cruzar una vereda. En la temporada de su noviazgo montero, se hizo también con su primer venado utilizando la misma arma. Dejándolo cumplir, como mandan las tradiciones monteras, a tan solo 25 metros de su postura.

Aún recuerda la regañina de su padre, Juan, por haberlo derribado de un disparo en el pecho, ya que, según su progenitor, los buenos monteros abaten las reses cuando muestran el codillo. El benjamín de la familia, al igual que María Victoria, también se hizo novio en su debut oficial en la caza con 14 años. El primero, al abatir un ciervo de impresionante trofeo a la carrera, de esos que harían temblar las piernas a cualquier experimentado montero, en montería con escopeta, mientras que su hermana mayor, María Victoria, capturó una jabalina en una apasionante espera.

 Juan Jiménez

María Victoria, exultante junto a un ciervo cazado en montería. A la derecha, Juan Jiménez, hijo, nieto, biznieto y tataranieto de cazadores, junto a su hijo, también cazador.

La familia de monteros habla con orgullo de su abuelo

Juan Jiménez se muestra orgulloso del miembro más notable de esta dinastía de cazadores, su abuelo, el reconocido tirador Salvio Codes Lechuga, que se codeaba en aquella época con los grandes del tiro a pichón como, el Conde de Teba. Salvio fue campeón de España en numerosas ocasiones, además de resultar victorioso en el campeonato del mundo de veteranos de esta modalidad competitiva y obtener el primer puesto en la prestigiosa Copa Terry.

Juan y su familia son cazadores de los de antes y se muestran orgullosos de ello, ya que cazan siempre junto al mismo grupo de monteros en las fincas que ellos mismos gestionan. Anteponen los lances y los momentos vividos al tamaño de los trofeos abatidos, respetando las tradiciones de la montería española, como les enseñó su tatarabuelo y se ha transmitido de generación en generación.

 Juan Jiménez

Su abuelo, Salvio Codes Lechuga, gran tirador competitivo.

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