Con 20 años, rehalera y mujer rural
Una rehalera de 20 años es el ejemplo de que la nuevas generaciones de la ‘España vaciada’ siguen luchando por la supervivencia del mundo rural y sus tradiciones.
Es vecina de un pueblo cacereño de no más de 700 habitantes en el que nadie ve anormal que una chica de su edad sea cazadora y trabaje en una fábrica de embutidos artesanos.
Cazadora y mujer rural
Erika Pulido es una joven rehalera nacida en el municipio cacereño de Navezuelas, situado en la comarca natural de Las Villuercas. Es un ejemplo de que la España vaciada aún guarda esperanzas, ya que mujeres como ella prefieren el contacto directo con la naturaleza a vivir en una gran ciudad.
Estamos ante una apasionada de los perros y de la caza, pese a que en su familia no había rastros de tradición cinegética alguna. Desde que tiene uso de razón, su amor por los canes le hacía adoptar todo perro que veía en estado de abandono, hasta el punto de que su padre le tenía que decir «Erika, por favor, ya no más», como ella misma nos cuenta entre risas. Hace cinco años conoció a su actual pareja, copropietario de una rehala junto a su hermano. Darío y Maikel son los dueños de la rehala Hermanos Cerezo.
Erika Es la perfecta nodriza cuando hay que alimentar manualmente a los cachorros que lo necesitan. A la derecha, la joven cazadora no duda en entrar al remate para ayudar a sus perros ante grandes jabalíes.
Rehalera y apasionada de los perros
La rehala está compuesta por perros de las razas grifón, sabuesos azul de Gascuña, cruces de ambas razas, naveños y american staffordshire terrier. La sensibilidad especial que demuestra la perrera por los canes la lleva a encargarse de las nuevas camadas de la rehala. Es la perfecta nodriza cuando hay que alimentar manualmente a los cachorros que lo necesitan.
Desde que conoció a Darío, comenzó a acompañarlo en las monterías, algo normal en el mundo rural. A los 19 años se hizo novia por partida doble al abatir dos jabalíes después de ser agarrados por sus perros. Fue en una finca situada en el municipio extremeño de El Gordo, perteneciente a la mancomunidad del Campo Arañuelo.
Hace cinco años conoció a su actual pareja, copropietario de una rehala junto a su hermano, rehala Hermanos Cerezo.
Esta enamorada de los canes guarda una especial predilección por un perro mestizo de 8 años de nombre Tigre. Se le ilumina la cara al hablar de él. Es uno de sus perros punteros que se caracteriza por su gran olfato, valentía e inteligencia a la hora de desencamar a los grandes cochinos que plantan cara al resto de los miembros de la rehala.
Trabaja en una fábrica de embutidos artesanos, Embutidos y Jamones Sierra de las Villuercas. A la derecha, Tigre
Actualmente trabaja en una fábrica de embutidos artesanos, Embutidos y Jamones Sierra de las Villuercas. Ocupación laboral de la que se siente orgullosa, ya que le permite defender y hacer que perduren nuestras tradiciones.
Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.