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Una liebre disfruta de un baño desparasitante frente a un cazador

Un cazador se ha apostado en una zona de caza de acuáticas. Pero recibe la inesperada visita de un animal que quiere disfrutar de un baño con el que librarse de los parásitos. Es cuando comienza una cómica escena entre cazador y liebre.



Las liebres sufren parásitos como pulgas y garrapatas. Estos se convierten en los principales vectores de transmisión de enfermedades como la tularemia, leishmania o la mixomatosis. Uno de los escasos mecanismos de defensa a los que pueden acudir estos animales es el baño desparasitante. El agua y el barro se convierten en barrera frente a parásitos, y esta liebre parece saberlo muy bien, pues se sumerge casi totalmente en el agua y parece disfrutar del barro de la orilla.

El cazador no la quiere allí

Pero el cazador intenta pasar desapercibido para la aguda visión de las aves acuáticas a las que pretende abatir. Por ello, se afana en echar de allí a la liebre para que su presencia no le delate frente a los patos que espera. Pero la rabona se resiste a dar por finalizado su baño. Ni siquiera cuando el cazador grita o le lanza un palo, la liebre se aleja mucho de su perseguidor.

El agua y los animales silvestres

La hora del baño para este impresionante jabalí

Enorme y bien armado. Así es el jabalí que decide acudir a esta baña a darse un buen baño. Las imágenes las ha captado una cámara de fototrampeo.

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El baño de las torcaces

Llegó la hora del baño para esta collera de palomas torcaces. Una de ellas penetra en el recipiente deseosa de que su dueño eche con sus manos agua sobre ella mientras el otro ejemplar espera a que llegue su turno.

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Una buena siesta de barro para un gran jabalí

Este jabalí disfruta plácidamente de un baño de barro junto a los rayos de sol de los primeros días del otoño, hasta el punto en que llega a sumergirse en un profundo sueño. Esto permite a la persona que graba las imágenes situarse a escasos metros de él hasta que se despierta sobresaltado al percatarse de su presencia.

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