Alces en Bielorrusia


Los próximos días 15 de noviembre y 13 de diciembre se podrán disfrutar dos capítulos en Iberalia GO! de esta apasionante cacería de alces en Bielorusia.

Equipo técnico: 

Rifle: Blaser R8 Professional cal .300 W.M.

Visor: Blaser 2.8-20x50 

Prismáticos: Blaser 8x30 y 8x42

Municición: Norma Oryx 200 grains  

Objetivo: Alce europeo, Alces alces 

Trofeo: 9 kg, pendiente de homologación. 

Zona de Caza: Parque Nacional de Braslaw, Norte de Bielorrusia

Itinerario: Madrid-Riga (Letonia)-Braslaw-Riga Madrid

Fecha: Segunda quincena septiembre 21

Si bien es cierto que el nombre de Bielorrusia deriva del eslavo Rutenia Blanca, Rusia BlancaBiely = Blanco + Rus (nombre de los Rus la población histórica del Jaganato de Rus), también lo es que bien podría derivar de Bellarusia, pues lo cierto es que nos encontramos ante un escenario de una diversidad, antigüedad y riqueza que nos dejará con la boca abierta, al menos en cuanto a lo cinegético se refiere.

Limitando al norte con Lituania y Letonia, al este con la Rusia, al sur con Ucrania y al oeste con Polonia, su capital es Minsk, y allí habríamos volado directamente si no fuera por el conflicto internacional político que mantiene inoperativo este aeropuerto para los vuelos procedentes o con destino UE. Por tanto, en el último momento tuvimos que optar por entrar a Bielorrusia a través de la frontera letona, aterrizando para ello en la fría y húmeda Riga. El cambio de aeropuerto no nos venía tan mal, ya que nuestro cazadero se encontraba casi en la frontera entrambos países, al norte de Bielorrusia, en los límites del Parque Nacional de los Lagos de Braslaw.

Siendo un país completamente llano, no supera los 300 metros sobre el nivel del mar, está dividido en tres zonas geográficas bien diferenciadas: la del norte, abundante en lagos, donde nos encontrábamos; la meseta boscosa central y la parte sur, muy pantanosa y deshabitada, llamada Marismas de Pinsk, y que fue la que sufrió la mayor parte de las consecuencias del accidente de Chernobil (Ucrania). 

Con respecto a la fauna y flora nos sorprendió muchísimo su gran diversidad, con el agua como factor desencadenante de la explosión de vida allá donde dirijas tu mirada, y siendo un auténtico paraíso tanto para la mayor (corzos, venados, alces, bisontes, lobos y una población de jabalí que comienza ya a recuperarse de pasados epidémicos) como para la menor…es llamativo el altísimo número de acuáticas y de grullas, con algunos bandos de hasta medio millar de pájaros. 

Los bosques de Bielorrusia ocupan más del 40 % de la superficie del país y pertenecen al Estado. Por lo general, están bastante limpios y correctamente administrados, estando la tala muy regulada para mantener una cubierta forestal estable y muchas zonas están protegidas permitiendo ello una gran biodiversidad como consecuencia directa. Ello, unido a la decadencia del llamado colectivismo agrario, ha dejado un escenario perfecto para que todo tipo de animales salvajes encuentren en Bielorrusia un auténtico paraíso para su desarrollo.

Mi primer alce

Algunas veces, solo algunas y muy pocas, la suerte se alía con el saber hacer y los proyectos que uno afronta, por difíciles que parezcan en su acometida, tienen el éxito como resultado. Este es el caso de la última expedición de la serie Blaser World Challenge de la que he tenido la fortuna de formar parte. Un viaje difícil en el que de la mano de los profesionales que lo organizaban ha salido todo a pedir de boca, incluso parecía seguir toda una escaleta cinematográfica en la que cada hito de la aventura se iba superando justo en el momento y condiciones límites e idóneas…

Pocos instantes después de bajar del avión de vuelta de mi esperadísima luna de miel, recibí una llamada de Luis de la Torriente de IberaliaGo, confirmándome lo que llevaba dos años soñando y es que, ¡habían seleccionado mi solicitud para la Blaser World Challenge de Alces en Bielorrusia!

“Uno de esos sorteos que no tocan nunca” dijo mi mujer, como es lógico, algo recelosa de la noticia. Sin embargo, no pasaron ni 24 horas cuando ella misma me dio ese empujón necesario para aceptar la invitación superando así mis miedos a lo internacional. 

Poco después, el equipo de Venare Hunting dirigido por Juan Salvador, pasó a darme los detalles de un viaje a un país en cuya capital se halla un monumental cuartel general de la KGB en la Plaza de la Independencia. “¿De verdad el viaje es a Bielorrusia?”, pues sí, le respondía a mi familia, mientras tragaba un poco de saliva y es que, como muchísimos de vosotros, soy cazador de menor y mayor, y lo máximo que tengo es la famosa licencia interautonómica, en cuanto a menesteres administrativos se refiere.

Dicho y hecho. La BWC daba comienzo en Bielorrusia, con un equipo capitaneado por Luis y con Antonio Adán por Excopesa. Allí estaba yo, entre cazadores experimentadísimos, viendo de refilón a dos sospechosos cámaras que intentarían plasmar en un documental lo mejor de un viaje, cuanto menos, peculiar.

Alces en Bielorrusia, dos apasionantes documentales sobre la caza de este emblemático animal que podrás ver en la programación de IberaliaGo los próximos días 15 de noviembre y 13 de diciembre. No te los puedes perder.

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