Los foros…

Cuando hace ya años, entonces la página se llamaba cazar.com, aterricé por casualidad por estos pagos, los foros de opinión me parecieron algo muy pero que muy interesante.


Había pareceres muy distintos, como es de desear, y se aprendía un montón. Escribían toda clase de cazadores de los sitios más diversos. Nos entremezclamos los que cazábamos en Granada con los que cazaban en Lugo, en Ciudad Real o en Tarragona. Todos tratábamos de explicar a los otros lo que hacíamos y cómo y por qué lo hacíamos. Había compañeros con un saber de monte y con una forma de explicar las cosas que, al leerlos, cazabas. Yo solía referirme a los foros como «nuestro coto on line». Hoy entras en ellos y, salvo excepciones, se palpa la intransigencia, la mala baba y una especie de rencor a no sé qué. De la mayoría de los tertulianos que, como todos los jugadores de mus y destroza-paellas de domingo, se creen campeones del mundo mundial, se aprende poca cosa. ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué se abstienen esos compañeros insignes?… porque irse no se han ido. Lo que pasa es que no intervienen… ¿Creen acaso que ya no tienen nada que enseñar?, ¿que sus opiniones ya no son válidas?, ¿que sus relatos no interesan al respetable? Permitidme, con la desvergüenza que me conceden los años, que haga dos llamamientos: Uno, que desterremos la zafiedad y las malas formas. No existe la «razón total». Siempre hay circunstancias que hacen que el generalizar no sea el único camino. Tenemos el ejemplo en el foro, un hilo actual de sabuesos y/o podencos en el norte y en el sur. Pues claro que unos cazan con unos y otros con otros… como también unos siegan con guadaña y otros… bueno, otros no tienen hierba para segar. Dos, a los que se inhiben y no participan más que «de miranda», les animo a que se dejen de hacer el vago. Que hay mucho que contar y mucho joven dispuesto a aprender de todo lo que sabéis. Y a todos, en general, guardad las formas.
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