Los partidos políticos y la caza

Es clásico que antes de unas elecciones nacionales, los medios periodísticos cinegéticos publiquen, tras la debida consulta, qué va a hacer cada partido por la caza si ganara las elecciones. Lógicamente ninguno se mostraba anticaza, pero se notaba cómo los partidos de derecha eran en general más procaza que los de izquierda.


Ahora no hay elecciones y por tanto los partidos no están obligados a retratarse o a irse por las ramas y no mostrarse de antemano contrario a la caza. Pero la lejanía de elecciones y el día a día me permiten valorar mejor qué partidos apoyan incondicionalmente la caza, cuáles nadan entre dos aguas y cuáles quieren muy poco a los cazadores y al mundo rural en general.

El PSOE siempre fue un partido con mucho arraigo rural, que gobernó muchas autonomías y pueblos muy cinegéticos. Y nunca fue anticaza. Pero poco a poco tomó una deriva más urbana y el ecologismo y después el animalismo, muy vinculado a las ciudades y por tanto con más rentabilidad electoral, fueron convirtiéndose en parcelas de voto que había que cuidar. Y tras sus coaliciones con Podemos, partido claramente urbanita, que agarra con fuerzas las tesis animalistas, esa deriva anticaza ha ido a más.

El PP siempre defendió con ahínco el mundo rural y la caza, y lo sigue defendiendo, pero empieza a mirar de reojo el mayoritario voto urbanita, y ha perdido parte de su fuerza en la España rural. Y un ejemplo lo tenemos en Andalucía, donde gobierna con Ciudadanos y el apoyo de Vox. Antes de que el gobierno de Sánchez sacara su polémica ley sobre el trato a los animales, el PP andaluz anunciaba su propia ley de protección de los animales, muy parecida a la nacional y un claro guiño a los urbanitas pero perjudicial para la caza. La presión de Vox consiguió que la retirasen.

Vox por tanto se convierte ahora en el partido que apoya lo rural y la caza sin fisuras. A diferencia de los anteriores, que se disputan el voto urbanita y no paran de hacer guiños hacia ese electorado, Vox se ha convertido en el partido que apoya sin fisuras lo rural, su cultura y sus costumbres, entre ellas la caza y todo lo que gira en torno a ella.

Hace tiempo escribí que los partidos políticos no sabían lo que hacían metiéndose con los cazadores, sector donde conviven todas las ideologías. Los partidos políticos habrán echado sus cuentas y habrán visto que el ecologismo y el animalismo crecen como la espuma mientras la caza se hunde a medida que desaparece el mundo rural. Muy bien, pero el mundo rural y sobre todo los cazadores, si hay partidos que no les protegen, no los votarán aunque representen mejor su ideología. Ya lo dije, al cazador, ya sea rural o urbano, lo que más quiere es que lo dejen cazar razonablemente en paz.

La caza para los cazadores no es, como piensan los anticaza y urbanitas de esa órbita, pegarle un tiro a un animal. Para los cazadores la caza es algo más sagrado que nunca podrán entender los no cazadores y menos los anticazas. Cazar es sumergirse, como decía Delibes, en la naturaleza, sentirse por unas horas un ser libre, paleolítico, lejos de los problemas cotidianos y lejos de la opresora sociedad del asfalto. El cazador necesita salir al campo solo, con su perro o con sus amigos. Y eso no es negociable. Y como ve que está en una democracia consolidada y vigilada por Europa y sabe que, gobierne quien gobierne, tendrá asegurado unos derechos sociales y laborales, ya sólo debe asegurarse que lo van a dejar cazar. Y si hay un partido como Vox que defiende la caza sin fisuras, lo votará sin dudar. Conozco cazadores que nunca tuvieron interés por la política y ahora votan orgullosos a Vox porque se sienten defendidos y les garantiza que seguirán cazando, lo más importante para un cazador que vive en una democracia consolidada y teniendo, como he dicho, asegurados sus derechos y libertades.

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