La prueba estuvo claramente marcada por la gran extensión del cazadero, dominado por los intensos desniveles y por la extrema dureza del terreno. Las perdices de sierra, robustas y de gran fortaleza, tampoco pusieron la prueba nada fácil para los deportistas, que debieron emplearse a fondo para llevar alguna captura a su morral. No en vano, pese a disparar sobre 17 patirrojas sólo se abatieron cuatro, más un zorro, lo que marcó claramente la diferencia entre los participantes que finalmente aspirarían al título y los que únicamente pudieron luchar por no desfallecer en una de las pruebas más duras que se recuerdan.
En este contexto, el que hasta el momento era el vigente Campeón de Andalucía hizo valer su fortaleza física y su inteligencia: antes las dificultades que presentaba el cazadero, Sánchez Hidalgo jugó con el riesgo y se presentó en el control el primero y con una perdiz en su morral, confiado en que su entrada en primer lugar decantaría la balanza a su favor ante lo complicado de alcanzar la meta en tiempo y con más capturas.
Dicho y hecho. Con
tan sólo una perdiz, José Miguel Sánchez revalidaba su título andaluz con 550 puntos, aunque aún debería esperar la llegada de los 16 participantes restantes para comprobar si alguno presentaba mayor captura. No fue así. Uno a uno los deportistas fueron realizando, con evidentes síntomas de fatiga, su entrada al control. Los ‘0’ se fueron acumulando y tan sólo otros tres participantes conseguirían tocar pluma presentando una perdiz.
Al término de la prueba, el onubense José Cortés Romero resultó el segundo clasificado y obtuvo el subcampeonato de Andalucía mientras que Miguel Ángel Corbacho Roa, de Cádiz, fue tercero completando el podio de una prueba que resultó un éxito de organización gracias a la colaboración y esfuerzo de la Sociedad de Cazadores
Sierra Lújar de Órgiva y de su presidente, Antonio Puerta, quien en todo momento estuvo presente durante el desarrollo de la prueba.
Durante la entrega de premios, el delegado de Competiciones de la Federación Andaluza de Caza, Manuel Luque, destacó el valor de la prueba por su dureza señalando que
«lo que engrandece estas pruebas deportivas es, precisamente, su dureza y la dificultad para encontrar y abatir caza, algo que contribuye a elevar el nivel de nuestros deportistas» y añadió que
«las cuatro perdices abatidas aquí valen cada una por cuatro o cinco de las que se cazan en otros campeonatos por lo que debéis estar orgullosos».
Así, la prueba celebrada en la localidad alpujarreña, dentro de un marco de incomparable belleza, se ha convertido ya en una de las pruebas más duras en la historia del Campeonato de Andalucía de Caza Menor con Perro, si no la más dura. Un referente que pone en valor la preparación y habilidades de los deportistas andaluces que concurren a las pruebas de esta modalidad.
