La población de osos pardos estuvo prácticamente extinta en numerosas zonas de España. Sin embargo, la situación ha cambiado y vuelven a verse ejemplares de estos animales donde hacía años era impensable.
Cantabria
Desde el Valle de Liébana, nos llegan las siguientes imágenes:
Una vecina fotografía a un ejemplar en pleno pueblo de Avellanedo, antes de que los guardas rurales fueran a ahuyentarlo
La joven cazadora, Leyre Blanco, nos cuenta que su familia tiene una gran plantación de arándanos y que ya hace un par de años un oso e comió 200 kg en una noche y lo encontraron subido en un cerezo a la puerta de la misma plantación.
Leyre afirma que es un animal precioso, inteligente… digno de admirar, pero también reflexiona acerca del peligro que entraña la convivencia con él, especialmente, en época de cría. No es la primera vez que de la joven se encuentra huellas de oso a la entrada de casa y “sabemos bien cuando el oso anda cerca por los perros que son los que primero dan la voz de alarma” nos contaba Leyre.
Esta pasada temporada, un oso de gran tamaño irrumpió en medio de una cacería y uno de los puestos consiguió grabarlo unos segundos. El cazador, pensando que se trataba de un corpulento jabalí por el ruido que hacía, puso la cámara a grabar para tener el recuerdo del lance cuando, de repente, apareció el oso.
No fue un lance, pero desde luego que un recuerdo se llevó, de unos segundos que seguramente no olvidará.
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Asturias
Aunque son muchas las zonas que ya cuentan con la presencia del oso, Somiedo es sin lugar a duda uno de los destinos por excelencia para observarlos.
Iñigo Miguel Sadia (@valdeon_wild en Instagram), apasionado de la naturaleza y conocido por sus fotografías de fauna, ha conseguido capturar a alguno durante su última excursión a la montaña asturiana, a pesar de la gran distancia que le separaba de ellos.