Pavor ante el ataque de cuatro lobos a una persona: un cazador y su perro, emboscados por los depredadores
Un cazador se llevó el susto de su vida cuando una manada de lobos le rodeó al regresar de una cacería de becada junto a su perro.
Antonio López Espada
Antonio López Espada |
2022-12-07T11:16
miércoles 7 de diciembre de 2022
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Lobo, Ataques
Su escopeta estaba descargada y enfundada. La jornada de caza había concluido y el cazador se dirigía hacia su coche junto a su setter inglés, atado con su correa, cuando los lobos aparecieron: dos justo delante y otros dos por detrás, como ha contado el propio becadero.
Dos lobos delante y dos detrás
Eran las 17:30 horas del pasado domingo. Estaba anocheciendo en la zona de Moncenisio, en el Bajo Val Susa, en el distrito italiano Alpino de Val Sangone, pero el veterano cazador entendió perfectamente lo que estaba sucediendo. Los lobos que les cortaban el paso tenían el pelo de la espalda totalmente erizados. El más grande enseñó los dientes en un gruñido que nunca podrá olvidar.
Dos disparos al aire para ahuyentar a los lobos
El cazador tuvo unos segundos para reaccionar de la manera más lógica: desenfundó su arma y la cargó. Realizó un primer disparo al aire, convencido de que sería suficiente para alejar de allí a los depredadores, pero la detonación no tuvo respuesta alguna de los lobos, que permanecieron inmóviles mirándoles fijamente y gruñendo. Un segundo disparo rompió la tensión y llevó a los lobos a huir de allí, algo que aprovechó el cazador para llegar hasta su coche y conducir lejos de allí para denunciar el suceso ante las autoridades locales.
Su escopeta estaba descargada y enfundada. La jornada de caza había concluido y el cazador se dirigía hacia su coche junto a su setter inglés, atado con su correa, cuando los lobos aparecieron: dos justo delante y otros dos por detrás, como ha contado el propio becadero.
Dos lobos delante y dos detrás
Eran las 17:30 horas del pasado domingo. Estaba anocheciendo en la zona de Moncenisio, en el Bajo Val Susa, en el distrito italiano Alpino de Val Sangone, pero el veterano cazador entendió perfectamente lo que estaba sucediendo. Los lobos que les cortaban el paso tenían el pelo de la espalda totalmente erizados. El más grande enseñó los dientes en un gruñido que nunca podrá olvidar.
Dos disparos al aire para ahuyentar a los lobos
El cazador tuvo unos segundos para reaccionar de la manera más lógica: desenfundó su arma y la cargó. Realizó un primer disparo al aire, convencido de que sería suficiente para alejar de allí a los depredadores, pero la detonación no tuvo respuesta alguna de los lobos, que permanecieron inmóviles mirándoles fijamente y gruñendo. Un segundo disparo rompió la tensión y llevó a los lobos a huir de allí, algo que aprovechó el cazador para llegar hasta su coche y conducir lejos de allí para denunciar el suceso ante las autoridades locales.