Créelo, este jabalí con colmillos enormes es una hembra
Club de Caza habla con el sorprendido cazador que abatió al jabalí de largos colmillos. Cuando se acercó al animal, se llevó la sorpresa de su vida.
No solo los machos lucen temibles trofeos. La navaja derecha de esta jabalina tiene 10 centímetros fuera de la mandíbula, mientras que la izquierda, 9. El diámetro de ambas, según el cazador, es de 3 centímetros. Merecedor sin duda de medalla.
El cazador había levantado a la jabalina en varias ocasiones de su encame, pero hasta el día de ayer no logró abatirla. La derribó de un único disparo cuando intentó embestirle. En todo momento pensó que se trataba de un gran macho a tenor de la manera que plantaba cara a los perros.
Un jabalí hembra de excepcional trofeo
Las cochinas de gran tamaño en edad adulta que presentan trofeos son muy apreciadas por los esperistas y cazadores. Juan Ramírez es un experimentado cazador jienense. Lleva más de 4 décadas en la caza. En su haber tiene más de una decena de jabalíes medallables, pero jamás ha abatido una hembra con una boca de estas dimensiones.
El cazador pensaba que era un gran jabalí macho
Hace tres semanas, mientras paseaba con uno de sus perros por una finca propiedad de un amigo en el municipio jiennense de Cambil, situado en la Comarca de Sierra Mágina, vio cómo el can levantaba del encame un jabalí. No logró ver al animal, pero en función del ruido que hizo al escapar por la maleza tenía que tratarse de un gran ejemplar.
El astuto jabalí curtido en mil batallas ganó la partida al cazador
El viernes, 22 de octubre, se dirigió con su equipo de perros para intentar abatirlo en el mismo lugar donde lo había oído anteriormente. Nada más llegar los podencos a la zona, un extenso zarzal, lo detectaron en el encame donde descansaba. El cochino no dio oportunidad de disparar al cazador. Huyó, como la primera vez, sin ser visto. Abatir al jabalí que se ocultaba en ese barranco se había convertido en un desafío para Juan.
La soberbia del jabalí le hizo perder la vida
Ayer por la tarde volvió de nuevo a intentarlo. En esta ocasión, el suido estaba a unos 200 metros del lugar del que lo levantaron los perros días antes.
El astuto jabalí, esta vez, cometió un error: plantar cara a los perros. Juan corrió hacia el lugar del enfrentamiento. Había que actuar rápido. El cochino no paraba de voltear canes. En el momento en que vio el cazador, hizo ademán de embestirle.
Apretó el gatillo de su escopeta del calibre 12 de la marca Browning en el instante que se alejó unos metros de los perros. Juan estaba muy contento por el gran trabajo de sus podencos y por el hecho de haber podido finalmente ganar la partida el gran jabalí.
El cazador continuaba pensando que era un macho por la boca que tenía
Al acercarse al trofeo, se percató que se trataba de una hembra con unas poderosas y afiladas defensas. El cazador, durante la entrevista realizada en exclusiva por Club de Caza, nos dice "no soy de fotos ni de redes sociales, pero si no grabo a la jabalina, nadie se lo iba a creer".
Según rehaleros consultados por la redacción de Club de Caza, temen más a las hembras con colmillos a la hora de enfrentarse con los perros que a los machos. Esto lo explican en base a que, pese al menor tamaño de sus colmillos, la conformación de estos, más abiertos que los de los machos, resultan más hirientes para los canes.