Luz verde a la declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
El Congreso de los Diputados aprobó ayer definitivamente la declaración del Parque Nacional de Guadarrama, el decimoquinto de la red y el quinto por extensión, ubicado en las comunidades autónomas de Madrid y Castilla y León, y con una superficie total de 33.960 hectáreas.
Reclamado desde hace casi un siglo
El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, reclamado desde hace casi un siglo, será el quinto del país por extensión, y los sistemas naturales que aporta en mayor superficie son matorrales supraforestales, pastizales de alta montaña, estepas leñosas de altura y cascajares, sistemas naturales singulares de origen glaciar y periglaciar, pinares, sabinares y enebrales, entre otros. Junto a la presencia significativa de endemismos de flora y fauna tan emblemáticos como el águila imperial ibérica y la cigüeña negra, ambas en peligro de extinción, el Parque alberga un 40% de las especies de herpetofauna del país, un 39% de las aves y un 49% de los mamíferos. También acoge especies como la nutria, el corzo, la cabra montés, la rana patilarga y el sapo partero. Al igual que los 14 parques nacionales existentes, el nuevo Parque queda sujeto a un exigente régimen jurídico para asegurar su protección, con el objetivo de garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar de este legado natural. Tras su aprobación, culmina una detallada evaluación científica de sus valores ecológicos y culturales y un largo proceso administrativo particularmente complejo dado que el territorio protegido se adentra en dos comunidades autónomas. Dentro de su ámbito físico, se encuentran los sitios naturales de interés nacional declarados en los años 30, de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, de la Pedriza del Manzanares y el Pinar de la Acebeda. Del total de la superficie del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, 21.740 hectáreas corresponden a la Comunidad de Madrid y 11.924 hectáreas, a Castilla y León.