Sobre la caza de ‘leones de bote’

En junio de 2009, el juez Van Der Merwe, del Tribunal Superior del Estado Libre (Sudáfrica) falló a favor del Departamento de Asuntos Ambientales y confirmó lo dispuesto en el Reglamento de Especies Protegidas o Amenazadas.


La sentencia dictaminó que la caza de leones criados en cautividad, totalmente dependientes de los seres humanos para su supervivencia, no es aceptable; ni tampoco que la cría en cautividad de leones con el único fin de cazarlos contribuya a la conservación de la especie. Se dictaminó también que el león en cautividad sólo podía ser objeto de caza en caso de dejarlo en libertad en el medio salvaje 24 meses antes de ser cazado. La Asociación de Criadores de Predadores Sudafricanos (SAPBA) apeló la decisión sobre la base de que no es económicamente viable y rentable liberar un león durante 24 meses antes de cazarlo. La apelación a esta sentencia ha sido aplazada recientemente (lo que significa que la sentencia no ha sido aprobada y la decisión aún está pendiente). La SAPBA quiere que el periodo de liberación se reduzca a 96 horas —en nuestra opinión esto es todavía caza enlatada, pero con el estrés y trauma adicionales para el animal—. No sólo la forma en que la se cazan leones ‘enlatados’ (drogados, cebados, mansos, confinados), lo que es ética y moralmente inaceptable, también hay una considerable oposición a las condiciones en la que los leones son criados. Se necesitan hasta cinco años para que un león pueda llegar a una edad cazable y las condiciones de cautiverio no son en general buenas. Muchas de estas explotaciones funcionan como instalaciones turísticas, y los leones pueden ser ostigados para conseguir su reacción y que los turistas saquen fotografías. Los cachorros son separados de la madre tan sólo tres días después de nacer para criarlos con biberón (para proporcionar a los turistas la oportunidad de tener una mascota, para ofrecer criar animales a voluntarios internacionales de pago, para domesticar a los animales para un fácil manejo y para que la hembra entre en el ciclo de celo y reproducción de nuevo para que tenga más camadas de las que tendría en circunstancias normales). Las condiciones de las instalaciones son generalmente malas, las condiciones de cría no son buenas con cachorros que sufren problemas de nutrición, la madre es continuamente estresada al retirarle a sus cachorros y su salud se ve expuesta por los excesivos partos. La integridad genética de los leones criados en cautividad es también cuestionable por los problemas de consanguinidad. Algunos conservacionistas apoyan la cría en cautividad con destino a la caza en base a que salva a las poblaciones salvajes, pero esto es una falacia. El mercado de la caza enlatada ha creado un negocio completamente nuevo que no hace nada para salvar a las poblaciones de leones salvajes. El cazador que paga por una cacería de 21 días de león salvaje en Tanzania no es el mismo cazador que paga por una cacería garantizada de un día en Sudáfrica. George Adamson (conservacionista autor de Nacida Libre) decía: «Un león no es un león si no es libre para comer, dormir y copular. Merece ser libre para buscar y elegir su propia presa, para buscar y encontrar su propio compañero, para luchar y conservar su propio territorio; y morir donde ha nacido, en la naturaleza».
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