Salamanca

Al rescate de una avutarda atropellada

Avutardas, halcones peregrinos, águilas calzadas y búhos reales, entre otras aves, han sido rescatadas por las experimentadas manos de un cetrero que acude a cada llamada cuando un animal lo necesita.


 cetrero rescata avutarda
cetrero rescata avutarda

Recibe la llamada de vecinos, amigos y desconocidos que encuentran un ave accidentada. Él es cetrero y, por ello, cuenta con una valiosa experiencia en el manejo de varias especies. Y todos saben que él acude antes que cualquier otra persona o entidad.

Un apasionado de las aves

El cetrero del que hablamos es el experimentado halconero salmantino Juan García Solís, un apasionado de las aves en general y de las rapaces en particular. Este hecho en bien sabido por sus vecinos, que acuden a él cuando encuentran cualquier ave accidentada. En la mayoría de los casos, al colisionar con algún vehículo o al chocar contra los cables eléctricos.

 Juan García Solís
Juan García Solís

Juan García Solís, el protagonista de los rescates a aves protegidas.

Desde que son encontrados y hasta que una entidad oficial se hace cargo de estas aves, Juan cuida a los animales. Generalmente, hasta que son recogidos por los agentes medioambientales de la Junta de Castilla-León para que sean traslados al CREA (Centro de Recuperación de Especies Amenazadas) de Cabreriza, situado en la provincia de Salamanca.

Por sus manos han pasado numerosas aves protegidas, como avutardas, búhos reales, águilas calzadas y halcones peregrinos entre otras aves, en su inmensa mayoría rapaces.

La avutarda atropellada

Juan recuerda con tristeza el caso de una avutarda macho que tuvo que recoger junto a una carretera. Nos envía la fotografía del momento en el que la recoge. Apesadumbrado, nos cuenta la historia:

«Después de recibir la llamada de una amiga periodista, María Sonsoles Fiallegas, me desplazo al lugar donde se produce el accidente. María acudió a mí después de presenciar la colisión de una avutarda con un vehículo en una carretera comarcal salmantina. Ella había llamado a la Guardia Civil, pero ni los agentes del Seprona ni los medioambientales pudieron acudir. Así que acudí lo más rápido que pude.

Allí me encontré, a unos 30 metros del asfalto en una siembra, al ave que había cruzado la carretera volando junto a varios ejemplares más. Tenía ambas patas fracturadas del impacto.

Me la llevé a casa con sumo cuidado, donde le reduje las fracturas para, posteriormente, vendarle las patas. Allí estuvo durante tres días, ya que el accidente ocurrió un viernes, hasta que los agentes medioambientales se hicieron cargo de ella, el lunes.

 Juan García Solís

La avutarda no lo logró

El ave, a pesar de los cuidados recibidos, falleció dos días más tarde en las instalaciones del CREA víctima de los daños sufridos», resume Juan.

Pero todo no son recuerdos tristes. El halconero nos cuenta que en una ocasión llegó a sus manos un ejemplar de búho real que se había desgarrado un ala al chocar contra una alambrada de espino durante sus cacerías nocturnas.

Después de ser cosido y tras un periodo de recuperación, pudo ser devuelto a su medio.

 buho
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