Detenidos los propietarios de una armería por tráfico ilícito de armas de fuego

Al parecer usaban su establecimiento para captar personas de bajos recursos económicos a modo de testaferros para poner a su nombre una gran cantidad de armas que luego acababan en el mercado negro y que eran utilizadas por organizaciones criminales.

Testaferros y falsas denuncias de robo

Los detenidos, propietarios de una armería situada en el área metropolitana de Granada, buscaban a personas con escasos recursos económicos que estuvieran en posesión de la licencia de armas tipo D, para armas largas rayadas, y tipo E, para escopetas de caza.

Su modus operandi era poner a su nombre las armas a cambio de compensaciones económicas, ya que se trataban de personas necesitadas.

Según detalla una nota del Instituto Armado, una vez legalizadas las armas les daban las indicaciones pertinentes para denunciar su robo una vez pasado un tiempo prudencial alcanzada su supuesta titularidad.

Les instruían de manera precisa de cómo simular el robo en su vivienda, de qué manera colocar el armero antes de ser supuestamente forzado, sus medidas y la distancia a la que tenían que estar colocados los anclajes para intentar engañar a las autoridades.

Seis escopetas y diecisiete rifles han acabado en el mercado ilícito

Los detenidos compraron las escopetas y rifles por un importe de 70.000€. Las armas, una vez estaban directamente en posesión de los propietarios de la armería, presuntamente eran derivadas inmediatamente y sin pasar por manos de sus supuestos propietarios al mercado ilícito de armas y vendidas a delincuentes por un valor muy superior al de mercado.

Apariencia de armas de guerra

La brillante operación efectuada por la guardia civil ha impedido que otras seis escopetas y otros dieciséis rifles con apariencia de armas de guerra acaben en manos del crimen organizada. La operación aún sigue abierta y no se descartan futuras detenciones.

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