Este documento, tal y como está redactado en este momento, supone un ataque directo del Ministerio de Interior al sector cinegético
Ambas organizaciones han iniciado una campaña para recopilar apoyos en contra del actual borrador presentado por el Ministerio del Interior y con el objeto de que se tengan en cuenta las alegaciones presentadas al mismo.
Tanto la Federación de Caza de Castilla-La Mancha como Aproca CLM han hecho un llamamiento a los cazadores y al sector cinegético para presentar alegaciones, después de que el Ministerio del Interior haya ampliado el plazo hasta el próximo día 10 de enero.
Las alegaciones podrán ser presentadas tanto como entidades u organizaciones o a nivel particular, han explicado fuentes de estas organizaciones, que han comentado que están a disposición de las personas interesadas, tanto en la página web de la Federación de Caza de Castila-La Mancha, como en la página web de Aproca CLM.
Cabe recordar que el sector cinegético ha manifestado su oposición al nuevo borrador del Reglamento de Armas presentado por el Ministerio del Interior que, han asegurado,
«constriñe aún más la reglamentación en materia de armas en España».
Tanto cazadores como propietarios y gestores de fincas cinegéticas consideran que este documento, tal y como está redactado en este momento, supone un ataque directo del Ministerio de Interior al sector cinegético.
En su opinión, la publicación del borrador del nuevo Reglamento de Armas frustra la demanda de este colectivo, que venía solicitando un cambio de normativa menos restrictiva en esta materia.
Ambas entidades han explicado que la reglamentación en materia de armas española ya era la más restrictiva de toda Europa, por lo que, desde hace varios años venían instando al Ministerio del Interior a adoptar acciones que
«flexibilizaran» esta norma.
Igualmente, han recordado que algunos de los puntos del borrador de Reglamento en los que se ha solicitado un cambio son, por ejemplo, el hecho de que se pueda denegar la obtención de licencias de armas por meras denuncias, sin ser siquiera éstas confirmadas por vía administrativa o penal, o el grave endurecimiento del régimen.
Además, se muestran en desacuerdo con a desaparición de las subasta de armas, tan necesarias para el cazador modesto que podía adquirir armas a precios muy asequibles, así como con el hecho de que se aumente la edad mínima para el uso de armas de caza hasta los 16 años, cuestión ésta que incide directamente en las futuras generaciones de cazadores.
Por otro lado, han considerado que lo más grave de todo es que,
«miles de armas semiautomáticas que hoy están en propiedad de cazadores pasarán a ser prohibidas, tanto escopetas como rifles, dada la condición de extraíble o modificable de sus cargadores y la capacidad de los mismos».