Al menos 75 bosquimanos han solicitado licencia
El caso gira entorno a dos incidentes distintos: uno que se produjo a principios de este año y otro en 2007.
El juez Phumaphi, del Tribunal Supremo de Botsuana, dictaminó en 2006 que prohibir cazar a los bosquimanos para alimentarse era
«equivalente a condenarles a muerte». La histórica victoria judicial reconocía el derecho de los bosquimanos a vivir en su tierra ancestral y condenaba las repetidas expulsiones de bosquimanos llevadas a cabo por el Gobierno, así como su prohibición de cazar y la destrucción de su fuente de agua.
El Gobierno de Botsuana no ha concedido ni una licencia de caza en la reserva desde 2001, a pesar de que el Tribunal Supremo dictaminara que la prohibición de la caza era ilegal e inconstitucional.
Muchos bosquimanos han regresado a su hogar desde el fallo judicial de 2006, pero muchos aún siguen atrapados en campos de reasentamiento, a los que se refieren como
«campos de la muerte». El Gobierno ha ignorado durante mucho tiempo la sentencia del Tribunal Supremo, y sigue negando a los bosquimanos el acceso al agua y el permiso para cazar.
Fuentes internas a Survival han manifestado al respecto:
«Encarcelar a seis bosquimanos por cazar es un increíble acto de hipocresía por parte del Gobierno de Botsuana, que aún se sigue negando a respetar la sentencia del Tribunal Supremo de su propio país, que determina que se debe permitir a los bosquimanos vivir libremente en su tierra. Es ilegal que les prohíban cazar para alimentarse».