Se inicia el mapa español de pureza de la perdiz roja
Se ha presentado el proyecto Mapa español de pureza genética de la perdiz roja (Alectoris rufa) y estudio de la introgresión de genotipos de perdiz chukar (Alectoris chukar) en España, dirigido por la Fundación Fedenca y con la colaboración de la Fundación Biodiversidad.
ANTECEDENTES
En palabras del recordado maestro Delibes, nuestra perdiz roja autóctona es la especie más emblemática de la caza menor en la Península Ibérica. Además del interés puramente cinegético, constituyendo una considerable fuente de recursos económicos en áreas rurales y un gran volumen de negocio para varias Comunidades Autónomas, es necesario destacar su importante relevancia ecológica por tratarse de una importante fuente de alimentación para varios depredadores, muchos de ellos especies amenazadas. Haciéndose eco de este sentir generalizado de los cazadores sobre la llamada “reina de la caza menor” la fundación FEDENCA ha puesto en marcha el proyecto titulado MAPA ESPAÑOL DE PUREZA GENÉTICA DE LA PERDIZ ROJA (Alectoris rufa) Y ESTUDIO DE LA INTROGRESIÓN DE GENOTIPOS DE PERDIZ CHUKAR (Alectoris chukar) EN ESPAÑA, que intenta testar la situación genética y sanitaria de las perdices del territorio español. Desde los años 60 se habla del progresivo declive en sus poblaciones en prácticamente toda su área de distribución, especialmente acusado durante los años 80 y 90. Algunos autores han señalado que las dos causas principales de este declive son la pérdida de calidad del hábitat y la excesiva presión cinegética, aunque las prácticas agrícolas y ganaderas, presión de predadores, repoblaciones incontroladas y la mala gestión también contribuyen (Garrido, 2006; Pérez et al., 2004), de modo que no podemos señalar un único factor como responsable, sino que más bien parece que todos ellos se conjugan como un todo y acaban actuando como uno solo (Pérez, 2006). Esta situación es preocupante, sobre todo en ciertas áreas del Sur de España y ha llevado a implementar planes específicos de recuperación, aunque no es tarea fácil, ya que los problemas de la especie son, como hemos dicho, multicausales (Nadal, 1992; Vargas y Duarte 2002; Pérez et al., 2004). En las últimas décadas, al superar la demanda los recursos naturales, han surgido numerosas explotaciones de cría en cautividad de Alectoris rufa repartidos por la geografía española, buena parte de cuya producción se emplea en sueltas previas a la actividad cinegética. La liberación de perdices pertenecientes a otra especie diferente a la autóctona A. rufa o de sus híbridos con otras especies no está permitida por la ley, pero empiezan a acumularse evidencias de que en poblaciones de granja, e incluso en libertad, hay introgresión de genotipos de perdiz chukar (Alectoris chukar) que, en ocasiones, se han podido identificar como de origen chino (Martínez-Fresno et al., 2008) y cada vez hay más noticias de esta hibridación (Francesch y Colominas 2007; García y Arruga, 2007; Tejedor et al., 2007; Martínez-Fresno et al., 2008). Aunque se han referido algunos casos de híbridos con perdiz griega (Negro et al., 2001), ninguno de los estudios más recientes ha detectado rastros de tal hibridación, que, si efectivamente existió, debe haber desaparecido con el tiempo. Sin embargo. La hibridación entre A. rufa y A. chukar se produce porque la cría en granja de estos híbridos presenta notables ventajas productivas en cuanto a facilidad de manejo, mayor producción de huevos, etc (Gaudioso et al., 2002). A día de hoy, gracias al reciente “ESTUDIO DE MÉTODOS GENÉTICOS PARA DETERMINAR HIBRIDACIÓN EN LA PERDIZ ROJA”, proyecto puesto en marcha por FEDENCA (2006-09) y en el que actualmente participan cinco laboratorios europeos (IREC, IRTA, SG-UCM, FB-UCM y ANTAGENE de la ONCFS), tenemos en nuestra mano la herramienta precisa para reconocer la pureza genética a las perdices de campo y a las que utilicen, tanto en sueltas como en repoblaciones, las granjas y los gestores de cotos. El proyecto, ya finalizado, ha permitido obtener 23 marcadores, cuya utilización conjunta proporciona una potencia teórica aproximada del 100, 99,9 y 95,4% para detectar híbridos con un 25, 12,5 y 6,25 % de carga genética de perdiz foránea, respectivamente. Estas cifras indican que de cada 100 perdices R3 (87,5 % de perdiz roja) que se analicen mediante este conjunto de marcadores detectaremos como híbridas la práctica totalidad (99,9) y si son R4 (95,4 % de perdiz roja), sólo 5 de ellas aparecerán como rojas, detectándose como híbridas las otras 95 perdices. Este tipo de análisis es conservador, en el sentido de que el rechazo de la pureza del individuo no es probabilístico sino categórico (irrefutable), mientras que la no detección de genoma de la especie foránea en un híbrido le asigna a la misma categoría que los individuos puros. Realizado este primer paso, es natural tratar de aprovechar los buenos resultados en un estudio práctico de la genética de las perdices que apeonan y vuelan por nuestros campos, a fin de conocer las posibles introgresiones que pueda haber sufrido con genética “no autóctona”, de ahí el proyecto que presentamos en estas páginas, dirigido por Fedenca, con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, y coordinado por el Doctor en Veterinaria José Antonio Pérez Garrido, autor de varios estudios sobre recuperación de la perdiz roja, repoblaciones y comportamiento en campo de perdices de granja y silvestres.OBJETIVOS
El proyecto nace con la idea de desarrollarse en tres temporadas de caza, marcándose dos objetivos principales: -1.- Establecer el mapa español de pureza genética de la perdiz roja por comarcas provinciales. Temporalmente se estudiará la tendencia de las poblaciones para mantener su pureza o remitir la contaminación. -2.- Establecer el mapa de caracterización y ecotipos de perdiz roja en España, partiendo de la base de datos y muestras biológicas requeridas para el objetivo anterior. La consecución de estos dos objetivos permitiría, a su vez, sentar las bases para investigar las causas que hubieran llevado a las posibles hibridaciones que se encuentren e identificar poblaciones sin introgresiones foráneas, disponiendo así de la información necesaria para que las administraciones favorecieran una protección de las zonas que alberguen perdices puras, regeneración de zonas hibridadas con perdices procedentes de esas zonas puras e incluso sustitución de reproductores de dudosa procedencia en determinadas granjas cinegéticas por otros procedentes de aquellas zonas identificadas como puras o sin hibridación.DESARROLLO TEMPORAL
Pese a ser un proyecto ambicioso, es imposible técnica y económicamente plantearse la realización de un estudio de este tipo tratando de abarcar toda la superficie perdicera nacional, de ahí que se haya diseñado el mismo haciendo una focalización del esfuerzo hacia zonas concretas con entidad suficiente como para considerarse representativas de grandes regiones con características similares en origen. Por este motivo, se ha establecido como unidades de estudio una provincia de cada comunidad autónoma, y se plantea el proyecto tras una comarcalización de la misma en zonas que presenten unas características orográficas, climatológicas, de hábitat, de densidad de perdices e incluso de tradición y aprovechamiento cinegético, parecidas. A partir de esta comarcalización se podrían dirigir esfuerzos más concretos hacia zonas donde pueda resultar más interesante el estudio posterior. Posteriormente, ya con los resultados obtenidos en el análisis genético, se confeccionarán en primer lugar tablas de resultados de las comarcalizaciones realizadas y agrupamientos de resultados tratando de identificar macropoblaciones con similares características genéticas y morfológicas. Todo este tratamiento de resultados llevará, finalmente, a la elaboración de mapas de distribución de la pureza o contaminación genética de las poblaciones de perdices en estudio, correlancionando los mismos y georreferenciando adecuadamente dichas poblaciones. La identificación de estas macropoblaciones o ecotipos permitirá el diseño de las actuaciones para el año siguiente, dando preferencia a aquellas donde se encuentren indicios de hibridación, así como aquellas donde aparezcan datos contradictorios o de difícil interpretación, tanto a la hora de centrar la toma de nuevas muestras en animales cazados, como a la de plantear un estudio pormenorizado que trate de explicar los mismos, tales como identificación de repoblaciones realizadas en el pasado, metodología seguida en las mismas (número de animales, época del año, mejoras paralelas, etc.) y, especialmente, origen de los animales utilizados en las mismas. En esta primera temporada el proyecto establecerá una o dos provincias en cada una de las ocho comunidades autónomas que han colaborado en el proyecto ya realizado de “Estudio de métodos genéticos para determinar hibridación en la perdiz roja” cuyos resultados nos permiten iniciar éste que describimos. Las comunidades autónomas que han colaborado en el citado proyecto son: Andalucía, Castilla y León, Castilla la Mancha, Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia, Madrid y Murcia. Las provincias serán seleccionadas por cada comunidad colaboradora. En la segunda y tercera temporadas se realizará el muestreo de otras provincias de las CCAA participantes tratando de completar el mapeado. La participación y posible patrocinio de algunas comunidades autónomas en este proyecto podrá alterar el calendario y aumentar para alguna de ellas el número de provincias a sondear. De todas formas, se ha ofrecido también la participación en el proyecto al resto de comunidades autónomas peninsulares, habiendo tenido contestación interesándose por el mismo, hasta el momento, de tan solo una de ellas, el País Vasco (más concretamente la provincia de Alava).TRABAJO DE CAMPO
Como ya se ha dicho, en cada provincia seleccionada no se actuará sobre toda su superficie, sino que se seleccionarán un cierto número de comarcas, a priori 15, que se consideren suficientemente representativas y cuyos resultados puedan considerarse extrapolables al resto del territorio provincial. En cada una de estas comarcas se tomarán al menos 10 muestras de perdiz, de modo que el número de muestras analizadas permita un adecuado estudio estadístico de los resultados obtenidos. La toma de muestras se realizará a través de veterinarios homologados designados bien por la administración participante o bien por Fedenca, que emitirán un certificado estandarizado en cada actuación explicando las características de los animales, las de las muestras y la forma de recogida de éstas. El técnico debe ser totalmente ajeno e independiente a la entidad propietaria o gestora de la procedencia de las muestras (coto, etc). La trazabilidad de las muestras y su custodia serán garantizadas por la administración o entidad competente hasta su recepción en Fedenca, que a su vez garantizará su trazabilidad desde su recepción hasta su llegada a alguno de los laboratorios que van a emitir el análisis genético. Como complemento a esta trazabilidad, será conveniente (no imprescindible) que el acta de recogida de muestras sea firmada por titular del coto o por el presidente o secretario del club de cazadores que explote el mismo. De cada una de las perdices abatidas, tras asignarles un código individual de identificación y determinar su sexo y edad, se tomarán una serie de medidas morfológicas tales como peso, longitud corporal, envergadura alar, diámetro del pecho, diámetro y anchura del tibiotarso o longitud del tibiotarso. El estudio morfológico se cumplimentará con al menos tres fotografías, una lateral de la cabeza, otra ventral de cuerpo entero (con el animal en decúbito supino) y otra dorsal de cuerpo entero (con el animal en decúbito prono), que permitan apreciar variaciones en la tonalidad del plumaje. Posteriormente se tomarán las muestras biológicas necesarias para los análisis genéticos y sanitarios: -Lengua para extracción del ADN, que se introducirá en un tubo normalizado con una solución conservadora que permite su mantenimiento a temperatura ambiente. En caso de que no sea posible la extracción de la lengua se recurrirá a tomar una muestra del hígado o bien recolectar 5-6 plumas de la región del obispillo y con el cañón bien formado, preferentemente que estén en crecimiento. -Heces para el estudio sanitario de la población de perdices, recogidas en condiciones de asepsia e introducidas en un bote estéril. -Un ala que se introducirá en un sobre específico. Se establecerá un calendario y normativa de actuación garantizada para que la toma de muestras y datos sea lo más homogénea posible.ANÁLISIS LABORATORIALES DE LAS MUESTRAS
A medida que se vayan obteniendo las muestras biológicas se irán enviando a los laboratorios de genética del consorcio que indique FEDENCA para hacer los análisis genéticos de introgresión de genoma de perdiz chukar en perdiz roja. Todos los laboratorios llevarán a cabo el mismo protocolo de análisis, basado en la identificación de los 23 marcadores seleccionados en el “Estudio de métodos genéticos para determinar hibridación en la perdiz roja”, e idéntica presentación de los resultados obtenidos. Como actuación complementaria se realizará un estudio sanitario de las poblaciones de perdices, centrado principalmente en la detección de presencia/ausencia e intensidad de enfermedades parasitarias propias de la especie tanto en estado silvestre como derivadas de su cría en cautividad.COLABORACIONES
Además de la colaboración de las entidades financiadoras y participantes en el proyecto, la Fundación Biodiversidad, Fedenca y las CCAA interesadas, se buscará la mayor colaboración posible de cazadores de las zonas a estudiar, de modo que se facilite el acceso a las perdices cazadas para la toma de muestras. Sin duda, sin la colaboración de los propios cazadores el desarrollo del proyecto es totalmente inviable, por lo que desde estas páginas animamos a todos los interesados en colaborar a ponerse en contacto con Fedenca a fin de establecer una red de colaboradores de los que poder echar mano a medida que se vayan estableciendo las zonas de estudio. Una vez más, los cazadores tenemos que seguir presentándonos como verdaderos artífices de la conservación de un recurso natural único como es la perdiz roja autóctono, desmontando esa imagen denostada de que el cazador únicamente piensa en tirar tiros.