Es imposible garantizar que la continuación del comercio del marfil no tendrá una repercusión negativa en las poblaciones de elefantes de Asia y África
«La demanda de los consumidores se está disparando, y el comercio doméstico está fuera de control. Hasta que se aborde esta situación, no veremos un final a la matanza», declara Michael Wamithi, director del programa global de elefantes del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW por sus siglas en inglés).
«La reciente decisión de la conferencia de CITES (Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas, nuevamente siglas inglesas) en junio de aprobar una suspensión de casi una década del comercio del marfil de elefante no es suficiente», comenta Wamithi en el sitio web de IFAW.
El pasado 20 de enero, oficiales namibios detuvieron a tres personas que se habían apoderado de 13 colmillos de elefantes procedentes de siete animales muertos. En total, las defensas pesaban casi 200 kilogramos de marfil.
La policía de Zimbabue detuvo también a 11 sospechosos de caza furtiva que supuestamente habían matado a 15 elefantes en dos semanas en el Parque Nacional de Hwange.
Asimismo, las fuerzas de seguridad de Camerún han desmantelado una red de caza furtiva en el sur del país donde confiscaron 20 colmillos.
«Tenemos que considerar la magnitud de esta cuestión. El problema no está simplemente en África - incidentes pasados indican que China es el destino final más probable del marfil ilegal. Este lado de la cuestión debe ser reconocido y atajado. Tenemos que hacer todo lo que esté en nuestro poder para detener su obtención de reservas aún existentes de marfil», afirma Wamithi.
Con la aprobación de Japón, el comité permanente de CITES se reunirá en julio de 2008 para determinar la aceptación de China como socio comercial.
Pero Wamithi considera que la entrada de China debería ser rechazada principalmente debido a que los estados con población de elefantes carecen de los recursos para protegerse contra la demanda de los consumidores.
La investigación por parte de IFAW de las regulaciones comerciales del marfil en China ha revelado que los mecanismos de control del comercio doméstico del país distan mucho de ser los adecuados. Por ello, es imposible garantizar que la continuación del comercio del marfil no tendrá una repercusión negativa en las poblaciones de elefantes de Asia y África.