8M: Día de la mujer, día de la cazadora
No hay mayor empoderamiento para la mujer que haberse abierto camino, aumentar la participación y lograr la igualdad en un espacio tradicionalmente asociado al hombre como es el mundo de la cinegética, superando estereotipos y todo tipo de prejuicios.
Pese a la imagen masculinizada que tiene gran parte de la sociedad sobre la caza, quienes pertenecemos a este colectivo sabemos que es una actividad inclusiva e igualitaria. Cuántas veces habremos oído decir: “la caza es un deporte de hombres” a personas que ni siquiera saben lo que es realmente la caza. Entre tanto estigma y estereotipo, la realidad es que cada vez hay más mujeres cazadoras y su posición es activa y notable.
El perfil de la cazadora
Del estudio que la Fundación Artemisan, en colaboración con la Universidad de Extremadura, ha llevado a cabo sobre la Mujer Cazadora en nuestro país, se desprende que el perfil de la mujer cazadora es joven, con estudios medios-superiores y de profesiones muy variadas. Debemos añadir que suelen tener una fuerte personalidad para enfrentarse y superar los continuos ataques, sobre todo en redes sociales, derivados y prejuicios de género. Cada vez son más activas y muchas están involucradas en organizaciones y proyectos dedicados a la protección y el manejo de la fauna silvestre.
Muy activas en las redes sociales han dado visibilidad a través de estas a la mujer cazadora haciendo que los que pensaban que era solo un sector masculino dejen de considerarlo como tal. Muy atacadas también sobre todo a través de las Redes Sociales, se enfrentan a estereotipos y prejuicios de género en muchas ocasiones con comentarios marcadamente sexistas.
Acosadas por el animalismo en redes
Seguro que muchos hemos oído -y leído- a personas anticaza tachar nuestro mundo poco menos que de machista. Esa percepción tan distorsionada choca con la realidad que vivimos las mujeres cazadoras. Tal y como ha arrojado el estudio, no sentimos discriminación por género y yo diría que es más bien todo lo contrario.
Sorprende que esos animalistas que se llenan la boca hablando de igualdad y feminismo sean los que luego perpetran los ataques hacia mujeres por el mero hecho de ser cazadoras. Injurias, calumnias y deseos de muerte, es lo que tenemos que soportar las cazadoras a los “animalistas” en redes sociales. Pese a encajar en delito de odio, la ley no lo recoge como tal, por lo que nuestros acosadores y acosadoras (sí, muchas de ellos son mujeres) actúan con total impunidad.
El machismo, por tanto, no está tanto dentro del sector, como equívocamente y fruto del desconocimiento se piensa, sino fuera. Lo peor de todo, es que el “feminismo” actual no respalda a una mujer cazadora cuando es acosada. Lamentablemente puedo hacer está afirmación con total conocimiento de causa. De ahí las comillas.
Empoderamiento femenino
Sin comillas podemos hablar de feminismo si aludimos a la mujer cazadora.
Cabe recordar el significado de este concepto que a menudo se confunde con hembrismo, el antónimo de machismo.
“Principio de igualdad de derechos de la mujer y del hombre”- Real Academia Española (RAE). La mujer cazadora supera exactamente las mismas pruebas que sus compañeros para la obtención de la licencia de armas. Además, caminamos lo mismo, accedemos a los mismos puestos; vamos tanto con el arma como con los perros; jugamos lances y cargamos los animales, los abrimos y los despiezamos.
La caza no entiende de géneros.
Rompemos monte como estigmas, demostrando nuestra valía en cada salida.
Foto portada: de izquierda a derecha, Bea Romo, Neus Hernández y María López (@jovenes cazadoras)