Encarnizada lucha entre un conejo y un córvido
Graban el encuentro de un conejo y un arrendajo azul que termina con el pájaro desplumado y malherido.
En la naturaleza es habitual ver aves rapaces capturando conejos. No lo es tanto, sin embargo, observar a un conejo matando un pájaro. Al pertenecer a dos grupos de animales radicalmente distintos, no se suelen involucrar en peleas; los encuentros son más bien actos de depredación natural. Pese a la distancia a la que está el ave en la grabación que impide ver con nitidez todas sus características físicas, todo apunta a que se trata de un arrendajo azul.
Sobre el arrendajo azul
El arrendajo azul (Cyanocitta cristata) es un ave perteneciente a la familia Corvidae como la urraca, el cuervo y la grajilla, entre otros. Es de tamaño mediano y mide aproximadamente entre 25 y 30 centímetros. Sus plumas abarcan una gama de vibrantes azules en la mayor parte de su cuerpo y cubren su cuerpo fuerte y ágil con un pico curvo y robusto experto en abrir frutos secos y semillas, pero que, en este caso, contra el conejo, no le sirvió de nada. Son flexibles y pueden prosperar en diversos entornos desde densos bosques hasta patios suburbanos. También son aves carroñeras y a menudo se les puede ver en parques, jardines e incluso en centro de ciudades.
Lucha encarnizada
Aunque los arrendajos azules son pájaros bastante agresivos, conocidos por ser extremadamente territoriales sobre su espacio y sus crías y capaces de enfrentarse a sus depredadores, como el halcón, por protegerlas, poco pudo hacer el ejemplar del vídeo contra la rapidez de un conejo. Éste captura al pájaro, lo zarandea a su antojo para finalmente abandonarlo en un lamentable estado que puede preceder a la muerte del ave.
¿Matar por matar?
La mayoría de los animales solo mata para comer, defenderse o proteger a sus crías. Otros, como el lobo matan por… ¿instinto? Hay diferentes opiniones y teorías, pero está claro que no encaja en ninguna de las anteriores.
El conejo protagonista de este vídeo podríamos pensar que también está matando por matar. No hay evidencia de que hubiera gazapos, de que hubiera sido atacado, ni tampoco el conejo está en su territorio teniendo en cuenta que el hecho tiene lugar en entorno urbano.
Antonio López Espada
