En vídeo: los equipos de emergencia rescatan a un perro de caza durante una batida
Asturias

En vídeo: los equipos de emergencia rescatan a un perro de caza durante una batida

Historias como la que os traemos hoy son las que desmontan las falacias animalistas: los verdaderos cazadores darían su vida por la de sus perros.


El pasado sábado, día de Reyes, un montero asturiano recibió el mejor regalo: volver con su perro a casa. Juan Luis Díaz Alonso, de 53 años, es un amante de los grifones astur cántabros que lleva más de diez entregándose en cuerpo y alma a la cinegética. Habitualmente montea para la cuadrilla llanisca de Pedro Amieva. El pasado fin de semana estaban cazando el lote del “Cuetu Meré” cuando Palomo, uno de sus perros, desapareció en la espesura del monte.

La jornada empezaba bien

Desde primera hora de la mañana se escuchó a los perros en rastro y se sucedieron varias detonaciones. Alrededor de la una de la tarde la cuadrilla ya había abatido dos jabalíes y los monteros se disponían a volver al encame del que se habían levantado.

¿Dónde está Palomo?

Tal y como imaginaban los perreros, en el encame aún había más ejemplares. Varios salieron y uno, que tenía la pata mal, aguantó en la cama. Con este último quedó Palomo, tratando de provocar —sin éxito— el levante. “En el mando del GPS me salía una interrogación a 200m, pero al perro lo sentía muy lejos. No entendía nada.” —cuenta Juan Luis. El cazador empezó a caminar, rodeó todo el monte, pero el perro no aparecía. No estaba, aparentemente, donde marcaba el mando. Supuso que tendría que estar en una cueva, pozo o algo raro.

No image

 

Se llevó un buen susto

Juan Luis se encontraba en medio del matorral del que habían salido los jabalíes cuando, el suido que había tenido el encuentro con “el Palomo”, salió a sus pies. Acto seguido vio al perro en la sima.

Llamó a su compañero, Pedro Palacios, quien acudió raudo al oír su voz nerviosa y preocupada. Intentaron utilizar cuerdas para deslizarse hasta el fondo de la sima, pero les resultó imposible y tuvieron que pedir ayuda.

El rescate

Llamaron a los bomberos para sacarlo tan pronto fuera posible. En cuestión de una hora bajaron, aseguraron a Palomo con una red de seguridad, y lo devolvieron a la superficie donde esperaba su dueño, ansioso por reencontrarse con él.

El perro, pese a haberse precipitado muchos metros, salió ileso del accidente algo que emocionó enormemente a su propietario y alegró al resto de la cuadrilla.

“Mis perros son, para mí, como los hijos que no tengo”-asegura Juan Luis.

 


No te lo pierdas

Comparte este artículo

Publicidad