Norma Vulkan .270 WSM
El .270 WSM es un cartucho diseñado para cazar a rececho que, no obstante, se utiliza bastante en España en montería. Si éste es tu caso, debes saber que desde la pasada primavera Excopesa lo comercializa cargado con una de las balas más populares y efectivas de cuantas se han diseñado para cazar jabalíes y ciervos: el proyectil Norma Vulkan.
Vulkan es una bala semiblindada de expansión controlada muy original porque está diseñada para que, una vez que ha penetrado en el cuerpo del animal, expanda rápidamente.
Norma la ofrece en los calibres más populares comprendidos entre 6,5 y 9,3 mm y tanto en rececho como en montería ha demostrado que es un proyectil preciso que para bien, porque cede mucha energía.
Dimensiones del cartucho .270 WSM, introducido en el mercado por Winchester en 2001.
Yo mismo lo he comprobado en numerosas ocasiones porque lo uso desde hace años en 8x57 JS para hacer esperas y recechos a distancias cortas (no mucho más de 200 metros) y también en 9,3x62 en montería. Además, conozco a personas que lo utilizan con éxito en .30-06 y, en general, siempre he escuchado hablar bien en España y en el extranjero de esta bala, pues tiene fama de ser muy efectiva en todos los calibres en los que se fabrica (*), incluso cuando se dispara en cartuchos de alta velocidad, caso del 7 mm. Remington Magnum o del .270 WSM, protagonista de estas notas.
Después de lo escrito cabe preguntarse (y seguro que muchos lectores ya lo han pensado) ¿Cómo es posible? Cómo es posible que un proyectil como el descrito vaya bien en todos los calibres que se fabrica, algunos tan diferentes como el modesto 8x57 JS o el rápido 7 mm. Remington Magnum, por ejemplo.
Comenzando por la izquierda, cartuchos originales 7 mm WSM; .270 WSM y .300 WSM. El .270 es el que más éxito ha tenido porque, a diferencia de los demás, aporta ventajas balísticas importantes.
Pues es posible porque Norma no utiliza un solo tipo de proyectil Vulkan, sino varios que tienen en común el tipo de punta (que es el que le da nombre a la bala), pero posee diseños diferentes dependiendo del cartucho que la dispare, como veremos a continuación.
No obstante, antes de describir el proyectil, vamos a recordar el origen y las características del cartucho en el que, como novedad, ya está disponible: el .270 WSM.
(*) Además de en .270 WSM con peso de bala de 156 grains, Norma fabrica los siguientes cartuchos cargados con bala Vulcan: 6,5x55 (156 grains); .270 Win. (156 gr.); 7x65 R (170 gr.); 7x64 (170 gr.); 7 mm Rem. Mag. (170 gr.); .308 Win. (170 gr.); 30-06 (180 gr.); .300 Win. Mag. (180 gr.); 8x57 JRS (196 gr.); 8x57 JS (196 gr.); 9,3x62 (232 gr.) y 9,3x74 R (232 gr.).
De izquierda a derecha, cartuchos .270 Winchester, .270 WSM y .270 Weatherby Mag. El .270 WSM es un cartucho notablemente más potente que el .270 Win. y ligeramente menos potente que el Weatherby y, sobre ambos, presenta la ventaja de que se puede disparar en rifles con acciones cortas, más manejables.
Winchester Short Magnum
En el año 2000 Winchester recamaró su rifle modelo 70 en un nuevo calibre magnum: el .300 WSM (iniciales de Winchester Short Magnum) que, a diferencia de sus primeros magnum de primera generación (como el .300 Winhester Magnum) utiliza una vaina distinta: es más corta (mide 53,34 mm. de longitud, en vez de 66,55 mm en el caso del .300 Win. Mag.); está provista de un culote con ranura de extracción ligeramente rebatido (rimless rebated, pues tiene un diámetro menor en el culote que en el cuerpo) y posee una capacidad muy considerable para que los cartuchos puedan contener una gran dosis de pólvora pese a ser tan corta: su cuerpo mide exteriormente 14,097 mm. de diámetro, mientras que por ejemplo una vaina estándar, como la del calibre .30-06, tiene un diámetro de 11,93 mm, y una magnum “belted” mide en la parte más gruesa (en el cinturón) 12,97 mm.
La nueva cartuchería Norma .270 WSM se ofrece en cajas de 20 unidades cargada con bala Vulkan de 156 grains.
Pues bien, este tipo de vaina fue utilizado en los años siguientes para lanzar al mercado otros cartuchos WSM: 7 mm.; .270 y .325 que, como consecuencia del tipo de vaina que utilizan, se pueden disparar en armas de cerrojo con acciones más cortas y por tanto en rifles más manejables. Además, teóricamente la cartuchería WSM aporta como ventajas añadidas un retroceso algo más moderado porque la pólvora arde de forma diferente al estar en una columna más gruesa y corta y también una precisión mayor debido a que la vaina se apoya en la recámara mejor, si bien en la práctica estas dos últimas ventajas son inapreciables, especialmente la de la precisión, entre otras razones porque la mayor o menor precisión también depende del rifle. Y lo mismo sucede con el retroceso porque también depende del arma, de su peso y de lo bien equilibrada que esté, no sólo del cartucho.
Comenzando por la izquierda, cartucho original Winchester con proyectil Power Point comparado con un Norma con bala Vulkan y, a continuación, tres cartuchos Norma cargados con balas TipStrike, Ballistic Tip y SP. Sobre los proyectiles semiblindados que poseen la punta de plomo al descubierto, las Vulkan presentan la ventaja de que no se deforman cuando se cargan o manipulan los cartuchos.
El .270 WSM se impone
Aunque en un primer momento fueron acogidos con gran expectación todos los magnum cortos, los únicos que han tenido éxito han sido el .300 WSM y, sobre todo, el .270 WSM. Este último fue introducido un año después que el .300, en 2001, y desde entonces su popularidad no ha parado de crecer. Esto se debe a que el .270 WSM es el único magnum corto que aporta, sobre otros calibres de alta velocidad existentes prestaciones balísticas significativas, mientras que no sucede lo mismo con los demás. Así, por ejemplo, el 7 mm. WSM no ha podido competir con el 7 mm. Remington Magnum, ni el .325 (introducido en 2005 y prácticamente desconocido en España y en otros muchos países) con el .338 Win. Mag. Incluso el .300 WSM tampoco ha logrado imponerse al .300 Winchester Magnum porque, salvo por el hecho de que pueda utilizarse en armas más cortas, tampoco aporta mejoras balísticas considerables.
En el envés de las cajas de nunición Norma 270 WSM Vulkan se incluye esta tabla balística hasta 300 m. Nótese que la caída a 200 metros es de 10,4 cm con el rifle puesto a tiro a 100 m.
Sin embargo, el .270 WSM sí las aporta porque dispara con gran precisión los mismos proyectiles que utiliza el .270 Winchester (de 7,03 mm, aproximadamente) a una notable mayor velocidad. Y por tanto permite cazar a distancias mayores que con el veterano y apreciadísimo en todo el mundo .270 Winchester, ya que las balas desarrollan una mayor energía en cualquier punto de su trayectoria y tienen menor caída. Así, por ejemplo, la de 130 grains del 270 Win. tiene una velocidad inicial de unos 930 metros por segundo, mientras que la del mismo peso del .270 WSM es de 998 m/s. Y las de 150 grains desarrollan 870 y 960 m/s, respectivamente.
Solo existe un calibre con prestaciones similares: el .270 Weatherby Magnum, que es ligeramente más potente, pero los rifles utilizan acciones más largas y son más incómodos de manejar. Además, al tratarse de un calibre Weatherby nunca ha gozado de la popularidad del .270 WSM ni de la variedad de cartuchos ni de armas en las que se ofrece el cartucho Winchester, pues lo han adoptado prácticamente todos los fabricantes de armas y municiones más importantes, caso de Norma que desde hace años lo ha cargado con numerosos tipos de balas.
Útil en rececho y montería
Inicialmente, el .270 WSM lo comercializó Winchester con proyectiles convencionales con núcleo de plomo de 130, 140 y 150 grains, pero los demás fabricantes no tardaron en ofrecerlo con otros pesos de balas y, poco tiempo después, incluso con numerosos tipos de proyectiles libres de plomo que, en general, permiten recechar todo tipo de especies pequeñas y medianas de montaña y llanura.
Sin embargo, en España no se utiliza solo para cazar a rececho, sino también en montería, modalidad en la que especialmente proporciona buenos resultados en terrenos más o menos despejados utilizando proyectiles pesados, porque las balas ligeras pueden desorganizarse y no penetrar lo suficiente. Quienes lo utilizan no solo dan fe de su eficacia, sino que argumentan además que al ser un cartucho muy rápido, facilita el adelanto.
De izquierda a derecha balas Vulkan desmontadas de cartuchos .270 WSM, 8x57 JS y 9,3x62 junto a sus vainas. La vista ampliada de los proyectiles permite apreciar que son muy diferentes: los de 8 y 9,3 mm poseen cortes cerca de la punta, así como un anillo que fija la camisa al núcleo para detener la expansión y asegurar que la bala siga penetrando después de expandir. La bala del .270 WSM, como es más rápida, carece de cortes y de anillos.
Norma Vulkan
Todos los proyectiles Vulkan tienen en común que son balas semiblindadas de base plana con núcleo de plomo endurecido con antimonio envuelto en una camisa metálica de cobre. El espesor de las paredes de la camisa decrece desde la base, donde es más gruesa, hasta la punta donde, además, la camisa se repliega (se dobla hacia adentro) sobre el núcleo para crear una especie de cráter o falsa punta hueca que le da nombre a la bala. Y no solo le da nombre, sino que proporciona un beneficio balístico muy importante, además de una ventaja práctica sobre los demás tipos de proyectiles semiblindados que poseen la punta de plomo al descubierto: la de la Vulkan no se deforma cuando cargamos o descargamos un mismo cartucho varias veces o se cae al suelo.
Pero mucho más importante es el beneficio balístico porque, debido a su diseño, la punta retrasa la expansión, pues, al carecer de plomo expuesto, penetra dentro del animal unos centímetros hasta que termina expandiendo, lo que además (y debido al diseño del resto del proyectil) consigue siempre de forma rápida y controlada (es decir, sin que se desorganice ni deje de penetrar) porque, como hemos apuntado, dependiendo del cartucho Norma utiliza balas Vulkan que poseen diseños diferentes.
La prueba se realizó con un rifle Blaser R8 con una culata FBT Unic y visor Zeiss V8 1,1-8x24. La culata y la delantera son piezas de carbono y polímero que se obtienen por impresión 3D. Optimiza la precisión y reduce el retroceso y el peso del rifle hasta 550 gramos.
Así, para conseguir que la expansión de los proyectiles pesados (y por tanto poco rápidos) sea correcta, las envueltas de estos proyectiles llevan cerca de la punta seis cortes o guías que aceleran y orientan la expansión y, además, cerca de la base la camisa se repliega dentro del núcleo para que se frene la expansión y no se desintegre el proyectil.
Y en los cartuchos de alta velocidad o bien en los que por su calibre o peso de la bala es conveniente evitar que se separe la camisa del núcleo, Norma usa balas Vulkan que carecen de cortes en la punta, proyectiles que poseen un doble anillo de refuerzo (por ejemplo, en el 6,5x55 y en el .300 Win. Mag, etc.) o bien balas sin cortes cuyas envueltas son más gruesas, que es precisamente el tipo de proyectil que carga el nuevo .270 WSM.
En concreto, su bala pesa 156 grains y consigue una balística que no está nada mal, pues desarrolla una velocidad inicial de 925 m/s y, si se pone a tiro a 100 metros, la bala cae 10,4 cm. a 200 metros.
La culata FBT Unic posee carrillera y empuñadura con agujero diseñada para que rellene la palma, el dedo índice alcance el gatillo en la misma posición y el tirador pueda encarar con libertad de movimientos. La delantera viene preparado de serie con el adaptador para el bípode Spartan Javelín y es más ancha por la base para que se pueda apoyar sobre una mochila sin que el rifle tienda a inclinarse.
Como se puede apreciar en una de las ilustraciones, la bala Vulkan del .270 WSM es muy diferentes de las que cargan los calibres 8x57 JS y 9,3x62. Si ampliáis la imagen en la del 9,3x62 se aprecian los cortes en su punta, no así en la bala del 8x57 JS, que también los lleva pero no se aprecian porque son mucho más débiles. Además, ambos proyectiles poseen anillos de refuerzo para detener la expansión. Y la del .270 WSM carece de cortes y de anillos de refuerzo.
Ni que decir tiene que fabricar un modelo determinado de bala con características distintas según el cartucho que las utilice, no solo no es normal, sino que dice mucho de la profesionalidad de Norma y avala el éxito que siempre ha tenido este proyectil entre los cazadores extranjeros y españoles, especialmente entre los interesados en la caza de jabalíes y ciervos.
En el campo de tiro
En vez de escribir “En el campo de tiro” me hubiera gustado haber titulado este apartado “De montería”, pero, de momento, solo he probado la precisión del nuevo cartucho Norma Vulkan en la galería de tiro.
La prueba se realizó con apoyo a 100 metros. La culata FBT Unic disminuye el retroceso, el peso del rifle y evita que el rifle quede inclinado en el apoyo.
Concretamente, con un Blaser R8 “customizado” con una culata FBT Unic de carbono y polímero, que potencia la precisión y reduce el retroceso y el peso del rifle (el día 20-10-2022 publicamos en esta página un extenso artículo sobre sus características).
El arma llevaba montado un visor Zeiss V8 1,1-8x24 y su propietario, que lo pensaba usar en montería, me pidió que comprobara si estaba bien puesto a tiro a 100 metros. Tiraba un poco bajo pero centrado, por lo que no solo no tardé nada en conseguir que impactara en el centro del 10 sino que, como era de esperar, agrupó muy bien: en unos 2,6 cm, agrupación que hubiera sido más cerrada si el visor hubiera tenido más aumentos. Y es que otra característica importante de la cartuchería Norma cargada con balas Vulkan es que es muy precisa. Lo he comprobado en el campo de tiro al menos con media docena de calibres, aunque eso sí, siempre utilizando rifles de buena calidad.
Los cuatro impactos (un cargador más el de la recámara) están agrupados en unos 2,6 cm. Rifle, visor y culata tuvieron la “culpa”.
En suma, Norma ha añadido a su familia de cartuchos cargados con bala Vulkan el .270 WSM con el que, estoy seguro, se cobrarán muchas piezas en montería y rececho a distancias medias, pues no es un proyectil ideado para cazar a grandes distancias en ninguno de los calibres en los que se fabrica.