Impresionante salto de un conejo para evitar ser atrapado por un perro de caza
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Impresionante salto de un conejo para evitar ser atrapado por un perro de caza

El conejo salta por encima del podenco canario que trata de capturarlo, dejando al can en la estacada. Te mostramos el espectacular lance a cámara lenta para que puedas disfrutar de estas llamativas imágenes.


La caza del conejo a diente con podenco canario es una modalidad practicada hace siglos por los cazadores canarios. Los historiadores datan la llegada de los perros originarios de la raza a las islas a la época de los fenicios, griegos, cartagineses o incluso de los mismos egipcios.

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Los podencos canarios han detectado un conejo.

La raza ha sido reconocida por la Federación Cinológica Internacional. Se encuadró en el grupo 5 sección 7. Se trata de un perro de talla media y de gran musculatura. La altura a la cruz oscila entre los 55 y 64 centímetros. Su peso, entre los 20 y los 25 kilos.

Consulta el estándar completo pulsando en la siguiente imagen:

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Un apasionado a la caza del conejo con podencos canarios

Hablamos de Joel Torres, un cazador canario de 37 años. El podenquero, nacido en Fuerteventura, lleva más de 25 años cazando y criando podencos canarios. Su pasión por los perros de esta raza es tal que hace cinco años creó su propio afijo con el nombre Podencos Fuenteguirre.

Los perros de la línea de Joel son canes con una gran pasión por la caza, dotados de un portentoso olfato, animales veloces y con gran capacidad de adaptación para poder cazar en las inhóspitas rocas volcánicas Canarias.

 

¿Cuánto puede saltar un conejo?

Según los biólogos, un conejo puede saltar hasta 1,5 metros de altura y realizar saltos horizontales de 3 metros de longitud. A este conejo no le hizo falta saltar esa distancia para esquivar a Morisca, una podenca canaria de 4 años propiedad de Joel. El lagomorfo, tras ser desencamado por Cheida, hembra de 6 años, es perseguido por Morisca.

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En el momento que va a ser apresado por la perra, salta por encima, dejándola con un palmo de narices. De seguro que este impresionante lance permanecerá por siempre en la memoria del podenquero canario a pesar de que en esta ocasión el conejo resulte victorioso en el envite.

 


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