Orientarnos mirando las estrellas, reconocer los límites de galaxias o evitar la contaminación lumínica

Orientarnos mirando las estrellas, reconocer los límites de galaxias o evitar la contaminación lumínica

Asistimos a uno de los eventos astronómicos con mejor aceptación del verano. Celebrado en Huertapelayo en el marco de los Veranos Astronómicos de Castilla-La Mancha 2023, decenas de personas pudieron aprender mucho acerca de todo lo que veían en el estrellado cielo manchego.


La Fundación Starlight reconoció con la máxima certificación los cielos de 161 municipios de la Sierra Norte de Guadalajara y la comarca de Molina-Alto Tajo. Es el caso de Huertapelayo, donde el pasado miércoles se llevó a cabo una de estas apasionantes jornadas dentro de la iniciativa Veranos Astronómicos de Castilla-La Mancha 2023

Veranos astronómicos y astroturismo

Las observaciones comenzaron una hora después del atardecer. Los monitores Starlight de la Reserva Cielos de Guadalajara convirtieron esa noche en un recorrido visual por las estrellas visibles desde los montes de Huertapelayo.

Uno de los monitores certificados que colaboró con Club de Caza, José Antonio Rodríguez, ha querido comentar para los que no pudieron asistir todo lo que allí vivieron los asistentes, que completaron el ‘aforo’ destinado a la jornada. Rodríguez ha querido resaltar, que quedó maravillado por el interés mostrado por todos los asistentes y por la curiosidad demostrada a la hora de querer ahondar en los temas abordados.

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Los monitores preparando la jornada de observación astronómica nocturna.

El ojo por la noche y la contaminación lumínica

Uno de ellos, el inicial, trató ¿Cómo se comporta el ojo por la noche? Se explicaron la funcionalidad de conos y bastones, responsables estos últimos de la visión nocturna, y los asistentes pudieron comprobar de manera práctica que nuestros ojos tardan entre 15 y 20 minutos en habituarse a la nocturnidad. Muy relacionado con esto y un tema que preocupa mucho a los apasionados de las estrellas es la contaminación lumínica.

El monitor nos explica algo que impactó mucho a los alumnos: “cada vez se ven menos estrellas. Las luces blancas, sobre todo las LED, de 6.000 kelvin, perjudican bastante el espectro visual del cielo estrellado”. Como solución, Rodríguez plantea algo muy lógico, pero que no se realiza en multitud de casos: “La iluminación debe orientarse hacia lo que se quiere iluminar, es decir, a la superficie. Por ejemplo, una farola debe iluminar la calle, el suelo, y nunca orientarse al cielo, donde se esparce y resta visibilidad de las estrellas”.

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Orientarse gracias a las estrellas

El evento, que tuvo la colaboración de la firma Bresser Iberia, referente en el sector de la óptica dedicada a la observación y conocida entre los cazadores por contar su grupo empresarial con la marca Alpen, reservó buena parte de su tiempo para enseñar a los presentes cómo orientarse por la noche, explicando aspectos de tanta relevancia en este campo como la manera en que se mueve la tierra en todos sus movimientos, como son la traslación, rotación, precesión de los equinoccios, nutación, bamboleo de Chandler, así como la mejor manera de saber dónde está el norte mirando al cielo.

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Hora de acercar las estrellas

Pero uno de los momentos más interesantes para todos, como así admite Rodríguez, es cuando acercan el ojo al telescopio. Dependiendo de las condiciones de la noche, se puede llegar a distinguir los anillos de Saturno e incluso la división de Cassini, que es la separación entre los anillos A y B. “A la gente le choca mucho descubrir la forma real de los astros. En Internet hay muchas imágenes, pero la mayoría son falsas, infografías, representaciones… Cuando lo ves directamente, impacta. Siguiendo con el ejemplo de Saturno, les invitas a mirarlo, en blanco y negro y muy pequeño, pues se encuentra a 1.300 millones de kilómetros. Cuando les preguntamos qué están viendo, a la gente le llena mucho reconocerlo.

Esto es así sobre todo en verano, en un marco como son las comarcas de Sierra Norte y Molina-Alto Tajo. Mucha de la gente que acude a las jornadas están veraneando y han venido de ciudades. Allí, la contaminación lumínica oculta las estrellas. Cuando estas personas salen un poco de las calles del pueblo y miran al cielo, descubren un mundo que les encanta. Y en estas jornadas, además de historia de la astronomía, repasando sobre todo las culturas romana y griega, les acercamos las constelaciones, las galaxias, los planetas…, o cómo la astronomía influye en muchos aspectos de la vida a la que se han acercado, como son la agricultura, marcando los tiempos para sembrar y recoger, o la ganadería, orientando a los pastores en montes y montañas alejados de la civilización…

Unas jornadas muy recomendables para amantes de la naturaleza, como explica el monitor: “Estamos rodeado de Naturaleza, al aire libre, y descubrimos que somos muy pequeñitos y que, por mucho que sepamos, nos queda mucho por conocer acerca de dónde vivimos y de todo por lo que estamos rodeados”.

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