Sako 90 Peak

Es posible que al ver las fotos del Sako 90 Peak algún lector haya pensado que me he equivocado y que en realidad se corresponden con las de un Sako 85 Carbonlight, pues eso mismo es lo que pensé yo cuando tuve en mis manos por primera vez el rifle. Pero no es así, este año la veterana firma finlandesa ha lanzado la nueva gama Sako 90, formada por rifles que se pueden considerar como una evolución o mejora (bastante mejorada, como veremos más adelante) de la gama Sako 85 con la que, no obstante, comparte algunos acabados y características. Y por esta razón algunos modelos, como el Peak protagonista de este artículo, se parecen al antiguo 85 Carbonlight, pues ambos están equipados con la misma caja de carbono y sus acciones y cañones “fluted” son de acero inoxidable. Y lo mismo sucede con otros acabados del 85, como el Bavarian por ejemplo.

Sako 90 Peak sin el freno de boca instalado. Está equipado con cañón acanalado, acción con bases integrales Picattiny, cerrojo de acero inoxidable y caja de fibra de carbono de alta calidad obtenida con tecnología RTM.

Nuevos Sako 90

Sin embargo, la gama Sako 90 se diferencia fundamentalmente de la antigua Sako 85 en dos aspectos: en el sistema de expulsión y en el disparador. Efectivamente, el cerrojo de los 85 poseían un expulsor pasivo o de tope, mientras que los cerrojos del 90 llevan en su cabeza dos potentes expulsores activos, pues a la mayoría de los cazadores les gusta más la expulsión activa ya que no depende de la fuerza con la que se tire del cerrojo hacia atrás. Les gusta más y están más acostumbrados a este tipo de expulsión, ya que actualmente es la que utilizan la mayoría de los rifles de cerrojo.

La cabeza del cerrojo de los nuevo Sako 90 envuelve el culote del cartucho. Posee tres tetones (apertura a 60 grados), un extractor ancho y dos potentes expulsores activos, mientras que los 85 poseían expulsor de tope.

Pero, además, los nuevos Sako 90 se suministran de serie con un disparador multi-ajustable que se puede regular fácilmente desde el exterior tanto en posición o carrera (para que el tirador pueda alcanzarlo cómodamente) como en peso entre 1 y 2 kg pero esta última presenta la novedad añadida de que se puede hacer gradualmente en 5 niveles o etapas que están marcadas en el tornillo de regulación, por lo que es muy fácil modificar el ajuste y recuperarlo si es necesario, por ejemplo, si después de utilizar el arma en un rececho deseamos usarlo en montería con un mayor peso de gatillo.

Delante del gatillo, cuya posición es ajustable, se aprecia el tornillo de regulación en peso en cinco niveles o etapas. Ambas regulaciones se pueden hacer fácilmente desde el exterior.

No obstante, si este tipo de gatillo no nos gusta, opcionalmente los Sako 90 se pueden pedir equipados con disparadores al pelo.

En todos los demás mecanismos (tipo de cargador y retenida, tipo de cerrojo, seguro, etc.), los nuevos 90 comparten el mismo diseño que los Sako 85.

La culata de fibra de carbono del 90 Peak posee culata con empuñadura de pistola que rellena la palma de la mano, carrillera y cantonera de goma de 2 cm. Es antideslizante y agradable al tacto.

Por el momento la gama 90 se comercializa en seis versiones cuyas características básicas y precios se proporcionan a continuación de la ficha técnica de la versión Peak, protagonista del artículo.

El cañón de acero inoxidable es acanalado, carece de miras y se suministra de serie con freno de boca desmontable. La rosca es M 15x1.

Sako 90 Peak

Como se ha apuntado en la presentación, la versión Peak es un rifle ligero ideado para cazar en montaña que se caracteriza porque está equipado con una caja de fibra de carbono de alta calidad de color negro que, entre otros beneficios, es insensible a los cambios de temperatura, proporciona ligereza al arma y amortigua el retroceso. Está obtenida por tecnología RTM (moldeo por transferencia de resina, utilizada en la industria aeroespacial para crear estructuras con dimensiones muy precisas y extremadamente rígidas pero livianas a la vez) y se caracteriza porque posee empuñadura asimétrica (diseñada para que rellene el hueco de la palma de la mano), carrillera, puntal con base plana, cantonera de goma de 2 cm y enganches (de acero inox) para las anillas de la correa.

Tanto el cañón como la acción son piezas de acero inoxidable. El primero está obtenido por martillado en frío, es acanalado (“fluted”) y se suministra con un freno de boca radial desmontable que aumenta su longitud en, aproximadamente, 5 centímetros cuando se rosca (M 15x1) en la boca de fuego.

Detrás de la palanca del cerrojo se aprecian el mando del seguro de dos posiciones y la retenida que, al pulsarla, permite abrir el cerrojo cuando está en posición de seguro. Es un mecanismo muy útil porque el usuario puede extraer con seguridad el cartucho de la recámara o sustituirlo por otro.

En calibre estándar mide 51 centímetros (56 cm con el freno instalado) y pesa 2,6 kg. Y en calibre magnum se ofrece con cañón de 62 cm (67 cm con freno) y pesa 3,1 kg.

La acción, también de acero inoxidable, es del tipo semi-abierta pero permite recargar cómodamente con el cerrojo abierto. Posee bases integrales tipo Picatinny sobre los puentes de la acción y como es característico de Sako, está dimensionada teniendo en cuenta el tamaño (*) del cartucho que dispara (tamaño Sako “S” en el caso del .308 Win., probado).

Sobre los puentes de la acción, que es del tipo semi-abierta, posee bases integrales Picatinny para fijar la montura del visor.

Del mismo material que la acción, el cerrojo posee cuerpo cilíndrico de una sola pieza, cabeza que envuelve el culote con tres tetones (apertura a 60 grados), extractor ancho y dos expulsores activos. La palanca termina en forma de bola hueca y posee indicador de mecanismo montado de color rojo. Una vez armado el mecanismo de percusión, el cerrojo se puede desplazar sin que cabecee muy rápido por la acción.

De acero inoxidable, el cerrojo posee palanca terminada en forma de bola hueca, cuerpo cilíndrico de una sola pieza con indicador de mecanismo montado en la nuez y cabeza que envuelve el culote con tres tetones de cierre (apertura a 60 grados), extractor ancho y dos expulsores activos.

Como se ha apuntado, el disparador es directo y ajustable en posición y también en peso en cinco niveles entre 1 y 2 kg (pero opcionalmente también se puede adquirir con gatillo al pelo). Según mi “pesagatillos”, viene de fábrica a, aproximadamente, 1,8 kg.

El mando del seguro es de dos posiciones y está situado en el costado izquierdo del rifle, detrás de la palanca del cerrojo. No hace ruido y en posición de seguro impide que se pueda abrir el cerrojo. Sin embargo, es posible hacerlo porque delante del seguro lleva una retenida que, al pulsarla, lo libera para poder descargar con seguridad o sustituir el cartucho de la recámara por otro.

Y el cargador es metálico y desmontable. Puede almacenar en doble fila 5 cartuchos estándar (o 4 magnum) y se puede cargar sin extraerlo del rifle, alimentándolo por arriba con el cerrojo abierto. Además, para evitar que se pierda lleva un seguro (TCL, típico de Sako) que solo lo libera del armazón cuando se presiona al mismo tiempo la base del cargador y su retenida, que está situada en la parte delantera.

El cargador es metálico y puede albergar al tresbolillo 5 cartuchos estándar o cuatro magnum. Posee seguro que impide que se desprenda involuntariamente y, con el cerrojo abierto, se puede cargar parcial o totalmente cuando está introducido en el rifle.

Cabe añadir que en calibre .308 el Sako Peak está disponible en versión para zurdos, con el cerrojo a la izquierda.

(*) Sako Utiliza seis tamaños de acciones que se denominan XS, S, M, SM, L y XL, siendo XL la más grande (se usa en rifles recamarados para cartuchos más grandes que el .375 H&H Mag, como el .416 Rigby o el .500 Jeffery) y XS la más pequeña porque se usa para los cartuchos más cortos (.222 Rem, por ejemplo). En concreto, los Sako 90 están disponibles con acciones de cinco tamaños: XS, S, M, SM y L.

El nuevo Sako 90 Peak se probó utilizando un visor Steiner 8 2-16x50 y cartuchería .308 Win. Sako Super hammerhead de 180 grains.

En el campo de tiro

He probado el 90 Peak con su freno de boca y con el disparador tal y como viene de fábrica (a unos 1,8 kg). Como cartuchos utilicé Sako .308 Win. cargados con bala Super Hammerhead de 180 grains y como visor un nuevo Steiner 8 2-12x50 que primero tuve que poner a tiro a unos 30 grados de temperatura, por lo que tardé una eternidad en conseguirlo pese a que no consumí más de seis tiros.

Mientras regulaba la mira, después de cada tiro pensaba que debería haber ajustado a 1 kg. el peso del disparador. Sin, embargo, no lo hice y no precisamente porque sea difícil (es facilísimo hacerlo incluso en el campo si llevas la llave adecuada), sino porque me propuse como reto ver si podía dominarlo con el peso de serie.

La prueba de precisión se realizó en pleno verano disparando con apoyo con el disparador del rifle tal y como venía de serie.

El retroceso es inexistente, supongo que, en gran medida debido al freno de boca, pero seguro que también al material de la culata, que además me pareció cómoda y me permitió apuntar correctamente.

La expulsión de las vainas es muy potente (los dos expulsores activos trabajan a la perfección). Y el funcionamiento impecable: puedes alimentar el cargador fuera del arma o cargar la recámara soltando un cartucho sobre el depósito y cerrando el cerrojo. Incluso puedes introducir los 5 cartuchos en el cargador sin extraerlo del rifle. Y la alimentación, lo cargues como lo cargues, es siempre muy positiva.

Blanco obtenido a 100 metros con el disparador a 1,8 kg. Cinco tiros (un cargador).

El disparador a 1,8 kg no solo no lo dominé plenamente, sino que más bien éste me domino a mí. Y es que, como se puede apreciar en la fotografía, aunque los 5 tiros (un cargador) están aceptablemente centrados en el “10”, no están muy agrupados: solo dos entraron en el parche blanco (que mide 20 mm de diámetro) cuando mi intención, naturalmente, era meterlos todos allí.

No obstante, del resultado obtenido se deduce que tal como viene el disparador es perfectamente posible usar un Sako 90 en montería (mejor otra versión, con un acabado más adecuado) y que incluso con el gatillo a 1,8 kg mis disparos hubieran sido efectivos en rececho hasta unos 200 metros o un poco más, modalidad en la que no obstante recomiendo que se use regulado a 1 kg.

Texto y fotos: Juan Francisco París