Las codornices de agosto

Las codornices de agosto

En la caza natural sobre piezas salvajes, en espacio abierto y con medios proporcionados, no es esencial abatir la pieza para lograr satisfacción (Ortega 1883-1955, Delibes 1920-2010 y Coca 1942-). Toda la noche sin dormir por los nervios de salir al campo. El día de la desveda despierta una poderosa ansiedad por saber si ¿encontraremos codornices, el perro cumplirá con el lance, dispararemos con acierto y recuperaremos la pieza abatida?


La codorniz, el ave reina de la media veda, siempre ha sido un enigma. Así se recoge desde los más antiguos textos. Por ser migradora y no dejarse ver, para descubrirla necesitamos un buen compañero (perro), además de ser un cazador privilegiado con acceso a un terreno con hábitat útil para la especie. Es importante que el cazador sea civilizado, respetuoso con la naturaleza, auténtico, esforzado, valeroso, equilibrado, honesto, comedido, libre y feliz.

Los registros de las codornices abatidas en las provincias españolas en los últimos años reflejan tanto la abundancia anual como las condiciones socio-económicas de cada año y los métodos usados para recoger estos datos. Con el devenir del tiempo todas estas condiciones han cambiado, por lo que su interpretación debe ser cautelosa y estar contextualizada. Las provincias de Navarra y Soria han sido tradicionalmente codorniceras, por ello también han registrado muy importantes fluctuaciones en la abundancia poblacional.

 

Ambas provincias, durante las tres últimas décadas del siglo anterior muestran amplias variaciones del tamaño de la población, destaca 1992 como año de excepcional abundancia de codornices en la provincia de Soria, temporada muy recordado por los cazadores de mayor edad (Figura 1). Desde entonces, los paisajes, la agricultura y la socio-economía han cambiado sustancialmente. Actualmente la población de codorniz también tiene oscilaciones anuales en las dos provincias, en cada una según su rango de abundancia.

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Figura 1. Capturas totales de codorniz durante los últimos cincuenta años en las provincias de Navarra y Soria

Si analizamos las capturas de codorniz por coto obtenemos un valor promedio más estabilizado que representa mejor las fluctuaciones anuales de la abundancia. En Navarra tenemos disponibles datos de los treinta últimos años, la abundancia de la población cambia anualmente considerablemente, pero además sigue una tendencia regresiva. Esta disminución de la abundancia sin duda se debe a la pérdida de hábitat y a la regresión de su calidad. De ahí se deduce la importancia de ser cazadores responsables y la urgente necesidad de emprender acciones para favorecer los hábitats herbáceos, especialmente en las zonas agrícolas.

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Figura 2. Capturas de codorniz por coto durante los últimos treinta años en Navarra

Para comparar las fluctuaciones y la tendencia de la población de codorniz en ambas provincias es útil prospectar la misma serie de datos durante los diez últimos años. Las capturas por coto son muy similares en las dos, además describen casi idénticas fluctuaciones y tendencia. Podemos inferir que las codornices de Navarra y las de Soria forman parte de la misma población y están afectadas por similares problemas ambientales.

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Figura 3. Capturas de codorniz por coto durante los últimos diez años en las provincias de Navarra y Soria

La caza responde a la actitud del cazador y su perro en los escenarios cinegéticos. Esta acción puede ser desde la del predador insaciable e insolidario, hasta la del predador inteligente y ecológico. Para seguir cazando codornices en el futuro es imprescindible salvaguardar los valores naturales. La cultura de la caza se construye con ética y valores, pero se destruye con mentiras y corrupción.

La actitud del cazador exige respeto a la naturaleza, la flora y la fauna. No arrojar ni dejar basura, recoger las vainas de la munición, usar cartuchos de bajo gramaje con componentes degradables. Silencio, no disturbar la paz natural, no usar el teléfono móvil, ni aparatos electrónicos, ni los vehículos. Mimar el agua de las fuentes, cursos y masas, evitar su suciedad y contaminación. Economizar y asegurar los disparos. Observar, reconocer e identificar la pieza. No disparar a adultos con pollos, retener al perro y proporcionarles huida. El tiro debe ser pausado y selectivo. Los perros deben estar bien controlados, no dejando que campen libremente sin supervisión.

No se deben aceptar invitaciones no regladas ni documentadas. Hay que administrar los cupos con generosidad porque la codorniz necesita una reserva amplia para reponer la mortalidad y los reproductores. El cazador responsable se debe autolimitar y renunciar a la saturación con pólvora. Se trata de gozar de los lances al aire libre, del paisaje, del movimiento y de los sonidos. Hay que tratar amablemente a la gente en el campo, y en los encuentros con otras personas, descargar el arma y dar ejemplo cívico.

Agradecimientos

A todos los cazadores que han participado activamente con nuestros estudios. A todas las sociedades de cazadores que cuidan la codorniz. A las federaciones autonómicas. A las organizaciones no gubernamentales SEO, ARANZADI, MUTUASPORT. Al Gobierno de Navarra y la Junta de Castilla y León, a las Instituciones y los Organismos Oficiales que han facilitado este estudio

 


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